Los primeros habitantes llegados al Acuario de Sevilla conviven con unas obras que avanzan a marchas forzadas para cumplir la fecha estimada de apertura, el próximo mes de septiembre. Teniendo en cuenta el tiempo que requieren los animales para adaptarse a su nuevo hábitat así como el período de rodaje necesario en las instalaciones, es bastante probable que la inauguración no pueda producirse el mes que viene, pero el Acuario es ya una realidad que pronto podremos disfrutar.
Holocentrus rufus en el Oceanario. Imagen facilitada por Acuario de Sevilla
Entre las primeras especies que han llegado a Sevilla desde otros acuarios del grupo Aquagestión se encuentran seis ejemplares de Holocentrus rufus y ocho corocoros, que convivirán con los tiburones en el Oceanario, así como peces cirujano coronados, marrones y rayados, característicos del Índico y el Pacífico y morenas de aguas tropicales. Otras especies han sido introducidas en sus respectivos tanques, destacando anémonas, pepinos de mar, estrellas y erizos, seres vivos que actúan como bioindicadores de la calidad del agua y que indican cuándo se pueden introducir otras especies más sensibles a los cambios.
Las obras del exterior del Acuario están prácticamente acabadas y en la actualidad se están ultimando algunos detalles de las fachadas así como la plaza que servirá de acceso al edificio, dónde se ha construido un pequeño lago con una isla en medio, dejándose varios huecos en el pavimento quizás para plantar elementos vegetales que mitiguen el calor y contribuyan a hacer más amable esta zona del muelle de las Delicias.
3 comentarios:
Este muelle es muy poco acogedor, el diseño del paseo con los jardines no es el más adecuado. No se entiende un espacio tan grande con ridículos naranjos raquíticos medio secos que apenas dan sombra y que no invitan precisamente al paseo durante el verano.
Si al menos crecieran los árboles.... pero como nadie los riega, subsisten a duras penas.
Saludos
Es que por mucho que nos gusten los naranjos en Sevilla y lo asociemos con el paisaje de la ciudad, al naranjo le cuesta mucho tirar y muchos de ellos se secan en los primeros años. Un buen ejemplo es la calle Betis en su tramo más cercano a la Plaza de Cuba, años y años secándose los naranjitos que plantan y no hay manera de que agarren. Los naranjos están muy bien para calles estrechas del Centro, pero para grandes calles hay mejores árboles de mayor sombra.
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