Existen en la actualidad tres propuestas para dotar de contenido a las Reales Atarazanas. Por un lado tenemos el proyecto de la Fundación Atarazanas de convertir el edificio en un gran espacio dedicado a la navegación y las relaciones marítimas, el conocido como 'Galea Magna'. El proyecto fue presentado hace exactamente tres años y fue relegado al olvido tras la adjudicación del edificio a La Caixa para convertirlo en un Caixaforum. Tras la renuncia de ésta última, es un proyecto que podría tomarse como referente ya que está ahí y podría ser un buen punto de partida.
De la iniciativa civil también parte la idea de trasladar el Museo de América desde Madrid hasta Sevilla utilizando los antiguos Astilleros como sede. La idea fue presentada el año pasado por la Asociación Velázquez por Sevilla y ha sido retomada a principios de 2014 tras conocerse la noticia de que el Ministerio pretende reducir tanto el horario de apertura como el personal de este museo por lo que esta entidad opina que Sevilla sería un lugar mucho más idóneo para el Centro por su relación histórica con América y los enclaves monumentales que se conservan en la ciudad de la época del Descubrimiento. Este proyecto, sin embargo, ha sido ya descartado por el Ministerio que se niega a mover de sitio el Museo.
El último proyecto es el anunciado por la Junta de Andalucía, del que apenas se tienen detalles, pero que giraría en torno a las relaciones con América. Para ponerlo en marcha, se contaría con la colaboración de La Caixa y la Fundación Cajasol, pero de momento no se trata más que de un boceto.
Mientras se deshoja la margarita, las Atarazanas siguen en un estado de completo aislamiento del mundo, cerradas al público y padeciendo la falta de obras de conservación y mantenimiento desde hace cinco años. Ante esta tesitura, el alcalde anunció ayer su intención de hacerse cargo de la puesta en valor del emblemático monumento. Lo hizo en unos desayunos informativos en los que se quejó de la falta de interés de la Consejería de Cultura por la ciudad de Sevilla (algo que es completamente cierto, por otro lado) pero olvidando la nula capacidad que ha tenido el Ayuntamiento en estos tres años de poner en valor el amplio patrimonio que atesora.
Con excepción del palacio de los Marqueses de La Algaba, abierto al público como centro cultural y Museo del Mudéjar, el Ayuntamiento colecciona inmuebles en desuso y en pésimas condiciones. Empezando por la Fábrica de Artillería, podríamos citar la Fábrica de Vidrio de La Trinidad, Altadis, los Baños de la Reina Mora, las Naves de Renfe en San Jerónimo o la iglesia de San Hermenegildo, por no hablar de otros inmuebles históricos necesitados de actuaciones urgentes a pesar de estar abiertos al público, como la reparación de la cúpula del Casino de la Exposición, la restauración del convento de Santa Clara o el de San Jerónimo. No podemos tampoco olvidar el uso que se le ha dado a otros edificios de gran trascendencia patrimonial como el mercado de la Puerta de la Carne, la estación de Cádiz o las Naves del Barranco, mercantilizados y privatizados como única vía para poder ser rehabilitados.
Ante este panorama, es de agradecer el interés (real o no) del Ayuntamiento por las Atarazanas, pero quizás sería mucho más interesante que mirara por lo que tiene en su casa antes de ponerse a arreglar las casas ajenas. El Ayuntamiento debe velar por el patrimonio de la ciudad y tender la mano para sacar a las Atarazanas del abandono pero flaco favor le hace al monumento pidiendo una gestión difícilmente asumible y que lo único que busca es el titular fácil.
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