La actividad constructiva parece que ha regresado a la ciudad. Si bien en los últimos años las obras se contaban con los dedos de una mano, en los últimos meses se han retomado diferentes obras y se han empezado nuevas. El centro histórico, muy sensible a la especulación, ve día a día cómo históricos edificios son reformados o directamente destruidos sin más a pesar de estar protegidos o catalogados. El otro día hablábamos del caso de un edificio del siglo XIX en la calle Santa Clara cuya fachada ha sido completamente destruida. Hoy nos fijamos en este otro de la calle Zaragoza, posiblemente anterior al siglo XX y remodelado a principios de la pasada centuria. Como se puede ver en la imagen superior, la fachada ha sido completamente picada y los vistosos herrajes de los balcones desmontados. A día de hoy aún se conservan las molduras inferiores de los balcones y la cornisa de la última planta. En la siguiente imagen de Google Maps podemos ver cómo era el edificio hasta hace unos meses.
Ignoramos el estado de conservación del edificio (no debía ser muy malo cuando hasta hace poco ha estado viviendo gente en él y no se atisbaba ruina alguna) y si era necesario picar la fachada entera para resanar los muros. Sólo esperamos que una vez concluida la obra el aspecto sea el mismo que todos recordamos y no nos encontremos ante un nuevo crimen contra nuestro patrimonio histórico. Deseemos que la actuación sea similar a la llevada a cabo hace unos años en este otro edificio de la misma calle construido en 1925 por el arquitecto Pedro Sánchez Núñez y que conserva su fachada prácticamente tal cual se diseñó hace casi un siglo.
Actualización 15 de enero de 2014: A día de hoy los herrajes de ventanas y balcones han vuelto a ser instalados en la fachada. Sin duda, una magnífica noticia.
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