Poco a poco el Ayuntamiento ha ido mutilando el proyecto paisajístico de la calle Asunción. Tras su peatonalización se plantaron dos tipos de árboles para favorecer el colorido de la vía, alternándose naranjos y ciruelos japoneses. Con esta elección de especies se pretendía jugar con la floración de ambas, el blanco del azahar y el rosa del ciruelo japonés, además, los propios árboles contribuían a ese colorido al contrastar el verde oscuro de las hojas del naranjo con el rojizo del ciruelo.
Tras la remodelación, la mayoría de los árboles recién plantados murieron por culpa del nulo mantenimiento de los mismos. Se volvieron a plantar varios ejemplares, tanto de naranjos como de ciruelos, pero en los últimos meses estos últimos han desaparecido por completo. En mayo informábamos del nulo interés del Ayuntamiento por mantener ambas especies pero a día de hoy todos los ciruelos han sido arrancados (tanto los que se habían secado como los que no) para sustituirlos por naranjos.
Imagino que los vecinos estarán encantados con el cambio ya que el naranjo ha sido elevado al Olimpo de la flora sevillana, pero es una lástima que no sólo no seamos capaces de mantener un diseño paisajístico, sino que optemos una y otra vez por las mismas especies por no hablar de la tala de ejemplares sanos cuyo único defecto era no ser naranjos.
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