Los dos grandes museos españoles son noticia estos días por sus colecciones. El Museo del Prado acaba de presentar el cuadro 'San Jerónimo escribiendo', una obra que tras su restauración ha sido atribuida a un joven José de Ribera. También se ha presentado en sociedad la restauración del espectacular Triunfo de San Hermenegildo, de Herrera el Joven. A partir de ahora estas dos obras formarán parte del discurso expositivo del Museo, mejorando (si es eso posible) la calidad y cantidad de obras maestras que atesora nuestro principal museo.
El Barcelona, el Museo Nacional de Arte de Cataluña ha presentado la incorporación de una nueva pieza a su colección, el retrato de Amèlia de Vilanova i Nadal, de Federico Madrazo (fechado en 1853). Madrazo es uno de los grandes exponentes de la pintura romántica española y con este cuadro la colección del principal museo catalán da un salto cualitativo. Tras la profunda reforma llevada a cabo en el Museo de Montjuic en los últimos años, el centro se ha convertido en la segunda pinacoteca a nivel nacional y en uno de los centros más dinámicos por el número de exposiciones y actividades que organiza, así como por el nivel de las colecciones que atesora.
Mientras tanto, en Sevilla, nuestro museo sigue exactamente igual que hace años, sin nuevas incorporaciones, sin un proyecto de ampliación, sin un respaldo político y social que consigan que se convierta en el buque insignia de la cultura sevillana.
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