El Pabellón de Argentina de 1929 se encuentra en pleno proceso de restauración. La Junta de Andalucía ha atendido, por fin, a las necesidades del Conservatorio de Danza, cuyo estado de conservación era bastante delicado. En la intervención, no sólo se están reparando elementos de gran belleza como las balconadas de madera del patio interior, sino que se está pintando todo el exterior y arreglando las ventanas que llevaban años con los cristales rotos.
El Pabellón fue construido para la Exposición Iberoamericana por Martín Noel. Este arquitecto es uno de los máximos exponentes del lenguaje neocolonial que por aquellos años triunfaba en Sudamérica y esa es la estética que utilizó en Sevilla. El edificio, de 4.500 metros cuadrados de superficie, acogió la exposición con la que Argentina se mostró al mundo en 1929, con salones dedicados a las artes y las nuevas tecnologías y la industria.
Durante años acogió el Instituto Murillo, época en la que el teatro del edificio se convirtió en capilla, un espacio que sigue conservando las bellas pinturas de Gustavo Bacarisas. Su último inquilino es el Conservatorio Superior de Danza, que tiene también como sede el cercano Pabellón de Guatemala. Hace unos años se barajó la posibilidad de convertir el edificio en centro de recepción de turistas, aprovechando el nuevo uso del Muelle de las Delicias como entrada de cruceros y la cercanía del Parque de María Luisa, pero finalmente se desestimó la idea por motivos económicos.
Esperemos que las obras llevadas a cabo en el edificio sean suficientes para poner en valor este maravilloso ejemplo de arquitectura de principios del siglo XX y que afronte el futuro con un buen estado de salud.
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