domingo, 31 de marzo de 2013

El nuevo Gran Teatro Cervantes

 Imagen Estudio Heliopausa

No lo puedo evitar, siento auténtica debilidad por el Teatro Cervantes. Desde la primera vez que entré en él para ver una película quedé completamente enamorado de este espacio. Por eso lamenté cuando vi cómo había sido despojada de su decoración la fabulosa lámpara de araña que iluminaba el patio de butacas y me alarmé con el cambio que pretende introducir el Ayuntamiento en el PGOU y que afecta de pleno a este edificio.

  Imagen Estudio Heliopausa

Por la misma razón no puedo más que alabar la labor que están realizando Ángel López y Elías Sevillano, responsables de la Sala Cero y que ya cuentan con un proyecto para recuperar como teatro este espacio escénico. Sólo falta el dinero. El Estudio Heliopausa muestra en su página web varias recreaciones de cómo quedaría el edificio tras la intervención proyectada.

 Imagen Estudio Heliopausa

La idea es recuperar y poner en valor los elementos artísticos y arquitectónicos que hacen del Teatro Cervantes un lugar especial: el escenario, el patio de butacas, los palcos, en definitiva, el núcleo principal del edificio. El resto se sometería a una profunda intervención contemporánea que dote al conjunto de un atractivo más y que sirva de antesala a la caja escénica. Para ello, fachada, vestíbulo, pasillos y escaleras se renovarán con una estética moderna en la que láminas de madera y una sugerente iluminación, introducirán al espectador desde el exterior hacia el propio teatro.

 Imagen Estudio Heliopausa

Como ya hemos comentado varias veces en el Blog, la idea de estos promotores sevillanos es que el Teatro Cervantes vuelva a ser un teatro y que se convierta en sede estable de espectáculos que hacen temporada en Madrid y Barcelona pero que pasan de puntillas por nuestra ciudad. Estamos hablando de grandes producciones, de musicales y obras de teatro que llenan salas (o al menos lo hacían antes de la subida del IVA) durante semanas. Precisamente el interés de grandes productoras nacionales en hacer temporada en Sevilla podría ser la solución para conseguir el dinero que hace falta para poner en marcha el proyecto por fases. Los responsables de Sala Cero pretenden empezar la obra por la caja escénica y el patio de butacas, de modo que los costes no se disparen y se pueda programar lo antes posible en el nuevo Cervantes. Con el remanente conseguido se abordaría la obra del resto del edificio. Simple, pero complejo a la vez. Los números tienen que cuadrar.

 Imagen Estudio Heliopausa

Desde Cultura de Sevilla no podemos más que desear que este ilusionante proyecto llegue a buen puerto. Sevilla cuenta ahora mismo con grandes escenarios y espacios escénicos, algunos de ellos muertos de la risa (como es el caso del teatro de la SGAE en la Cartuja), otros infrautilizados (como el Auditorio, que por no tener una cubierta ve muy limitada su disponibilidad) y otros excesivamente incómodos para acceder a ellos (el nuevo FIBES es la gran apuesta para que los musicales y grandes producciones aterricen en Sevilla, pero aún así, sigue estando mal comunicado y las representaciones se concentran en pocos días). El Gran Teatro Cervantes podría ser todo un éxito, tanto por su ubicación como por la oferta que atraería, un concepto totalmente novedoso ya que Sevilla no dispone de ninguna instalación así. Ojalá pronto sea una realidad, aquí cuentan con un espectador fiel.

 Imagen Estudio Heliopausa


Todas las imágenes pertenecen a la web del Estudio de Arquitectura e Ingeniería Heliopausa

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Este proyecto es una tontería. El teatro hay que mantenerlo como está ahora, arreglando lo que este en mal estado o sea mejorable, pero la entrada actual con las bombillas y ese medio círculo es encantadora. El interior, con ese tono viejo, es encantador, con mucho habría que reparar, pero no cambiar nada en absoluto. Hay que fomentar lo que ya hay para ponerlo en valor pero sin esto. Aparte, soy 100% contrario a que ese edificio deje de ser un cine. Es un ejemplo de en lo que se convirtieron los teatros antiguos con el auge del séptimo arte, ahora lo querrán convertir en otro teatro donde van cuatro burgueses a ver una obra conceptual u obras clásicas con decorados "modernos"... ese público de jersey de cuello vuelto e hipocresía al aplaudir ya tiene sus salas, que a veces ni se llenan.
Sevilla esta sustituyendo lo que sólo se ve aquí por lo que se ve en cualquier parte. Me parece que esa reforma que proponen esos renders es basura para cursis y gente hortera.

Sergio Harillo dijo...

Precisamente por lo que se quiere apostar con este teatro es por obras para el gran público, algo que podemos ver en el Teatro Quintero o lo que durante años se representó en el Teatro Imperial de la calle Sierpes.

La idea de devolverle al Cervantes su uso como teatro no es una novelería, sino una forma de salvar este edificio. Con los cambios que propone el Ayuntamiento en el PGOU vigente, este edificio deja de ser un equipamiento cultural para poder convertirse en cualquier cosa (viviendas, oficinas...) un cambio que han alentado los propietarios del edificio, que no lo consideran rentable y que llevan años queriendo desprenderse de él.

Recuperarlo como teatro puede ser la única forma de salvarlo y que no acabe como el Llorens (un salón de juegos), el Lido (cerrado), la Sala Apolo (cerrada), el Palacio Central (tienda de ropa) o el Coliseo España (oficinas de la Junta de Andalucía).

Podrá gustarte más o menos el proyecto, pero tampoco creo que haya que calificarlo de "basura".

Saludos

José Luis dijo...

Yo también soy partidario de restaurar; con todos mis respetos,el proyecto de esas fotos, me parece poco adecuado a nuestra ciudad, que ha perdido ya bastantes edificios notables y que añoro. Un saludo.

fudet dijo...

A mi el proyecto del estudio no me parece inadecuado para la ciudad, pero si para esa sala. Personalmente, preferiria que siguiera siendo un cine, pero si no es rentable es preferible mantenerlo aunque sea como teatro.
Lo que si es cierto es que la sala ya es bastante impresionante en su diseño original como para que haya que tirarlo abajo todo.

Sergio Harillo dijo...

Creo que no habéis entendido bien el proyecto, la caja escénica, el patio de butacas, los palcos... todo se mantiene tal cual está ahora, restaurándose. Lo único que se cambia es el vestíbulo, que según tengo entendido, no es el original, sino la reforma que se llevó a cabo en el edificio cuando se transformó en cine.

¿Dónde habéis visto que se vaya a tirar nada abajo o que vaya a desaparecer?

Saludos

Hitita dijo...

El comentario de Germinal no puede ser más retrogrado e inoportuno. Se está luchando por salvar un espacio cultural y que no se convierta en oficinas o pisos y veo que él no es de los que luchan para conseguirlo. Deja a la gente trabajar y cuando entiendas algo de teatro habla. Tu comentario ilustra tu intelecto.

MMNogales dijo...

¡Apoyo esta idea! El Cervantes no puede morir como un edificio de viviendas y con este proyecto que, según parece, sólo renueva al 100% la parte del vestíbulo y fachada principal, se le daría una nueva vida.

Me da impresión, por el diseño del vestíbulo, que se está intentando trasladar el mismo juego de perspectivas que el del recibidor de la Sala Cero.

Esto le quitaría el olor de humedad seguro y atraería a más gente.

Manuman dijo...

Ojalá la idea de recuperar este magnífico teatro siga adelante. Yo también estoy prendado de esta joya arquitectónica.

Anónimo dijo...

No te niego la mayor, esta mal que se hagan viviendas, PERO me parece mal que se toque el vestíbulo, si no es el original y fue reformado, bien reformado está. El que lo hizo en su día entendía lo que yo estoy diciendo, más clasicismo. Lo dicho, si hay que meterle dinero que sea para recuperar lo clásico. Que aprendan del Lope de Vega. Y por supuesto, que la entrada, con ese medio círculo con cartelones, que la arreglen y la pongan mejor, pero que no la supriman.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Sergio Harillo dijo...

Puestos a recuperar la fisonomía original, quizás lo primero que habría que quitar es ese semicírculo que se utiliza para colocar los carteles de las películas que se proyectan. En fotos antiguas se ve que lo que había eran marquesinas de forja y vidrio.

De todos modos, vuelvo a insistir en que las obras de teatro que se quieren proyectar en este teatro no son, precisamente, obras de autor como las que podamos ver en el Teatro Central, sino obras para el gran público que sí llenan. Ahí está el caso de los musicales, que están tirando del carro de la recaudación teatral en España.

Saludos

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Ah, Hitita, yo creo que en Sevilla ya hay suficientes teatros y que las obras (al menos la mayoría) no son tampoco de una calidad que provoque llenos, porque no captan bien con el público las nuevas y porque reescriben lo clásico, normalmente empeorándolo. Aparte la reforma del hall y de la parte exterior no me convencen. Creo que eso no hace que mi intelecto sea peor o que sea peor el tuyo. Es mí opinión. Supongo que tú (no se por qué) notarás que en Sevilla hacen falta más teatros para pagar 14 pavos por entrada por frecuentes espectáculos amenudo subvencionados (para combatir la falta de asistencia) y eso te convierte en alguien más listo que yo. Yo no lo creo.