Cuando hace unos años se fusionaron las dos grandes cajas "sevillanas", San Fernando y El Monte, formaron una de las mejores colecciones de arte que existe actualmente en España. Los fondos de esta colección albergan desde murillos hasta obras de Alonso Cano pasando por una gran nómina de artistas contemporáneos.
A pesar de su importancia, rara vez ha sido expuesta al público. De hecho, se llegó a plantear que una vez acabada la Torre Pelli, cuando el edificio de la calle Sierpes se quedara vacío, se transformaría en un gran museo donde poder disfrutar de esta magnífica colección. La absorción de Cajasol por parte de La Caixa hizo saltar por los aires este proyecto y ahora, con el cambio de ubicación del Caixaforum, la cuestión sobre esta colección ha vuelto a ponerse encima de la mesa.
¿Qué podemos hacer con todas esas obras? Una solución bastante interesante sería tomar como ejemplo lo que La Caixa hizo hace unos meses con el MACBA de Barcelona, fusionar ambas colecciones gracias a un convenio de colaboración de cuatro años que ha permitido realizar varias exposiciones aunando esfuerzos y cubriendo las lagunas históricas que poseía cada una de las colecciones gracias a la otra. El período histórico abarcado es bastante limitado (los últimos sesenta años) pero aquí en Sevilla las posibilidades se multiplican hasta el infinito.
¿Y con quién se puede firmar un acuerdo de este tipo? Pues el mejor candidato es el Museo de Bellas Artes. La asfixia financiera que padece el centro le obliga a programar exposiciones con sus propios fondos, hasta el momento hemos visto una muestra de Gonzalo Bilbao y próximamente se inaugurará la de José García Ramos. ¿Os imagináis el salto cualitativo que daría la colección del Bellas Artes si le sumáramos la de Cajasol? Se podrían hacer magníficas exposiciones de altísimo nivel con un presupuesto asequible. De este modo, la colección Cajasol se daría a conocer y el Bellas Artes podría mejorar su oferta expositiva, incluso contrastando su importante fondo barroco con piezas contemporáneas, abriendo líneas de diálogo sumamente enriquecedoras.
Por supuesto, la firma de este convenio de colaboración no tiene por qué suponer renunciar a un museo propio donde exponer la colección de Cajasol, un proyecto que se podría retomar en un futuro. Sin embargo, hoy en día se tiende a la unión de colecciones (como la del Thyssen de Barcelona y el MNAC) precisamente para hacer los centros mucho más ricos y atractivos. Es hora de aparcar los localismos y empezar a pensar como una gran ciudad y lo primero que debemos hacer es fomentar lo que tenemos y buscar lo mejor para nuestros espacios culturales. Quizás, de este modo, nos demos cuenta de una vez que la solución de Monsalves no es la más idónea para la ampliación del Bellas Artes, un museo que puede dar mucho más de sí, tal y como ha expresado en más de una ocasión Miguel Zugaza, director del Museo del Prado. La colaboración con La Caixa podría ser la primera etapa de un camino que puede deparar grandes sorpresas.
2 comentarios:
En cualquier caso, si no se llegara a este convenio de colaboración con el Museo de Bellas Artes, se lo podrían llevar a la Torre Pelli y tener una exposición permanente con la colección que revitalizara aún más esta zona.
La colección Cajasol podría encajar perfectamente en el CAAC porque gran parte de ella abarca la 2ª mitad del s. XX.
Además el CAAC está cortito con sifón este año, no han hecho la exposición de Ai Weiwei
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