Este año se cumplen trescientos años de la finalización de las obras de la Colegiata del Divino Salvador por lo que en Cultura de Sevilla queremos nombrarla monumento del mes para animar a todos nuestros lectores a que conozcan este magnífico templo.
Sus orígenes se remontan a la mezquita de Ibn Adabbas, del siglo IX, si bien se considera que el templo musulmán se levantó sobre un antiguo templo visigodo que a su vez habría reaprovechado la basílica romana que serviría de cierre al contiguo foro de Hispalis. La mezquita pasaría a ser templo cristiano hasta que en 1671 fue demolido por su mal estado. Comienzan así las obras de un nuevo y monumental edificio barroco en 1674 del que sólo se conserva la fachada pues se vino parcialmente abajo por la incapacidad de los cimientos de soportar la nueva fábrica. Es entonces cuando entra en escena Leonardo de Figueroa que, respetando la fachada, realiza el actual templo, culminándolo en 1712 tras múltiples problemas y falta de fondos.
Si arquitectónicamente el templo es una maravilla, no lo son menos los bienes que atesora en su interior, como el retablo mayor de Cayetano de Acosta o las valiosas tallas de Jesús de Pasión o el San Cristóbal, ambas de Martínez Montañés o el Cristo del Amor, de Juan de Mesa.
La historia más reciente del edificio pasa por la profunda restauración a la que fue sometido entre 2004 y 2008, una intervención que subsanó los problemas de cimentación que padecía el edificio al tiempo que recuperó su belleza barroca interior y exterior. Tras su reapertura al público la visita a este espacio se ha enfocado desde un punto de vista cultural y turístico, con un amplio horario de visita que permite conocer tanto el templo como algunas zonas que se han habilitado como museo del mismo.
Horario de visita: De lunes a viernes de 10'00 a 17'00 horas. Domingos de 15'00 a 19'00 horas.
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