La Fábrica de Vidrio sigue en punto muerto

Tras los últimos saqueos en la fábrica de Vidrio 'La Trinidad', la Plataforma que busca su integración en la ciudad como equipamiento urbano ha conseguido reunirse con las dos administraciones que tienen en su mano salvar el edificio. Por un lado, la delegación de Cultura del Ayuntamiento ha accedido a incrementar la vigilancia del espacio así como a cerrar los huecos que se habían hecho en los muros perimetrales y por donde entraban los saqueadores. Poco más se pudo sacar de la reunión mantenida con la delegada a pesar de que el Partido Popular firmó en campaña electoral (al igual que el resto de partidos políticos del Ayuntamiento) un acuerdo para recuperar el edificio y destinarlo a museo del vidrio y centro cultural y social para el barrio. La delegada sí que se comprometió a abordar la posible inclusión de este edificio en el Plan Nacional de Patrimonio Industrial.

Bastante menos productiva fue la reunión con la delegación provincial de Cultura de la Junta de Andalucía que expresó sus "dudas" sobre la idoneidad de ampliar el grado de protección del edificio. Actualmente, parte de la fábrica está declarada Bien de Interés Cultural, en concreto la nave central, la chimenea y los hornos utilizados en el proceso de fabricación del vidrio. Sin embargo el resto del edificio está a disposición de su propietaria, la promotora Edificarte, que puede derruir cuanto le venga en gana. La Plataforma de defensa del edificio entiende, como lo entendería cualquier persona con un mínimo de sensibilidad hacia el patrimonio, que el edificio debe ser protegido en su integridad, incluyendo las naves laterales ya que sin ellas no se entendería la fabricación del vidrio y por lo tanto quedaría desvirtuado el sentido de la protección. La Junta de Andalucía se ha negado ya en varias ocasiones a ampliar la protección a pesar de las recomendaciones de expertos que solicitan dicha ampliación. Precisamente, tras la quiebra de la empresa que iba a acometer el desarrollo urbano de estos terrenos, es el momento ideal para ampliar la pretección y buscar un nuevo uso para el espacio, regenerando la zona a través de la rehabilitación del patrimonio.