Cuando lo que se debería estar anunciando es la rehabilitación integral del Museo Arqueológico, la Consejería de Cultura nos sorprende con un nuevo movimiento de ficha que deja abierta la puerta a más dudas sobre el futuro del Museo. Ayer se inauguró una nueva sala permanente en el museo dedicada a Tartessos cuya pieza estrella, como no podía ser de otro modo, es el Tesoro del Carambolo, compuesto por un ajuar de 21 piezas de oro de 24 quilates que sale de la caja fuerte que le ha servido de cobijo durante años.
Con esta intervención, presupuestada en 170.000 euros, se convierten las antiguas salas de exposiciones temporales en una sala permanente más dentro del discurso expositivo del centro. ¿Qué quiere esto decir? Pues que con la excusa de mostrar una de las piezas arqueológicas más importantes a nivel europeo, el museo no acogerá más exposiciones temporales. Es una noticia agridulce, podemos disfrutar del Carambolo (¡por fin!) pero a costa de no tener muestras temporales.
Por otro lado, sigue sin saberse nada de la rehabilitación del edificio, unas obras que rozan ya la urgencia por el precario estado del edificio. Con esta nueva intervención exprés se desmonta también la posibilidad de que estas salas se hubieran utilizado para acoger las mejores piezas del museo durante las obras, con el fin de evitar el cierre completo del centro. ¿Qué pasará ahora? Es una incógnita. En marzo hay elecciones, tendremos que esperar a la formación del nuevo Gobierno.
Fuente: Diario de Sevilla
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