Vuelta a las andadas

Llegará algún día en el que los sevillanos se plantarán y dirán "hasta aquí hemos llegado". Los ciudadanos de la muy noble y leal ciudad de Sevilla debemos ser los que más nos quejamos del mundo pero los que luego menos hacemos por conservar esa maravilla que hemos heredado. Mientras algunos se rasgan las vestiduras por la construcción de determinados edificios, la Sevilla eterna vuelve a las andadas.

Plaza España. No lleva ni un año restaurada y ya empiezan a aparecer los signos del vandalismo. Para muestra, un botón. Este remate cerámico de la balaustrada exterior ya aparece sin la pequeña bola que lo remataba. Seguramente nunca sabremos si la sustracción la produjo un sevillano, un británico o un coreano, pero la cuestión es que en menos de un año la Plaza de España ya está empezando a degradarse.

¿Y qué podemos hacer los sevillanos? Pues decir "hasta aquí hemos llegado". Y la tarea no es sencilla, puede durar años, décadas, quizás siglos, pero alguna vez habrá que empezar. No es tan complicado, se llama educación, se llama respeto, se llama sentido común. Es algo que hay que enseñar desde pequeñito, para que cale hondo y tenga algún resultado en el futuro. Es tan sencillo como aprender a ser mejores ciudadanos, son cosas sencillas. Se puede empezar por tirar los papeles a la papelera, no gritar por la calle a altas horas de la madrugada, sacar la basura a las horas permitidas o no dejar el coche en doble fila. Estoy convencido de que cuando demos el primer paso, lo demás llegará solo. Pero el problema es dar ese primer paso. Hasta que lo demos, seguiremos mostrando imágenes como ésta y Sevilla seguirá teniendo muchas asignaturas pendientes.