domingo, 18 de septiembre de 2011

IKEA vs. Thyssen


El próximo 30 de septiembre se cumplirán tres años desde que Carmen Cervera diera el portazo en Sevilla y se llevara toda su colección de pintura a Málaga. Durante meses, la baronesa estuvo pulsando a las dos capitales andaluzas para ver quién le ofrecía un mejor continente para su millonario contenido. Málaga se adelantó, le puso un palacio y se llevó toda la colección. En Sevilla, la por entonces delegada de Cultura se quedó con la boca abierta al ver el plantón de la baronesa.

Septiembre de 2011. Imagino que no quedará sevillano que no sepa que IKEA quiere levantar un nuevo centro comercial en la ciudad, concretamente en unos terrenos cercanos al aeropuerto. El anterior gobierno municipal veía con buenos ojos la operación, pero dudaba de las formas ya que la multinacional sueca pretendía modificar el PGOU de la ciudad a su antojo con el único fin de ganar más metros cuadrados y por ende, que la operación le saliera más rentable. El actual alcalde, entonces en la oposición, criticó por activa y por pasiva que el tema se alargase en el tiempo y se dio de plazo un mes para solucionarlo cuando llegara a la alcaldía. No debe ser tan sencillo cuando han pasado cuatro meses y el problema sigue sin solución. Curiosamente, hace unos días nos desayunamos la noticia de que IKEA estaría barajando llevarse su centro comercial a Córdoba donde su Ayuntamiento le habría ofrecido un acuerdo mejor.

Desde el principio se nos ha vendido que IKEA es la panacea, que creará 4.000 puestos de trabajo y que no podemos dejar pasar la oportunidad de tener una tienda sueca en la ciudad. En Estocolmo se estarán frotando las manos por el ímpetu que están demostrando ciertos sectores sevillanos para que se construya la tienda. Sin embargo, ¿es tan ventajoso tener otro IKEA en la ciudad? Los sueldos que paga son de lo más bajo, por no hablar de las condiciones (contratos de 12 horas repartidas en varios días) y del daño que hará a otras empresas sevillanas dedicadas a la venta de muebles. Ni IKEA es la panacea ni Sevilla desaparecerá si no se construye el centro comercial. Cualquiera diría que vamos a salir de la crisis gracias a los suecos...

Volvamos al Thyssen. Evidentemente el volumen de dinero que pueda manejar un museo no es equiparable (salvo excepciones, claro) al que pueda generar IKEA pero resulta curioso que hace tres años nos quedáramos sin un Museo Thyssen y nadie moviera un dedo, se lamentara ni pusiera el grito en el cielo por la pérdida de la oportunidad. Un Museo como el Thyssen sí que crea empleo de calidad (el personal de los museos suelen ser licenciados) y favorece el turismo (que hagan una estudio de la gente que se desplaza hasta Madrid para ver determinadas exposiciones temporales, se llevarían una sorpresa).

En definitiva, bien está que Sevilla tenga su propio IKEA (tengamos en cuenta que será el segundo de la provincia) pero también habría que valorar los pros y los contras de determinadas iniciativas y valorar qué es lo realmente útil e importante para la ciudad, dándole a cada tema su adecuada relevancia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

estoy de acuerdo con tu opinión en Sevilla se debería apostar más por proyectos de promoción cultural de alta calidad, que atraigan turistas y se ponga en valor la calida de las personas de esta tierra. una pena lo del muso de la baronesa.
gracias por tenernos la dia de estos temas, enhorabuen por el blog

Anónimo dijo...

El problema está en que en esta ciudad nunca se hace nada o se tardan siglos (vease el acuario).

IKEA y Tyssen.

carmen encinas "PIRIÑACA" dijo...

Lo de esta ciudad es increible. Lo que están liando con Ikea..es incomprensible. Ya tenemos uno !! Un museo no interesa, un acuario no interesa....porque claro, que se puede comprar en ellos?
Comprar es la prioridad, la cultura no interesa. Que pena.