La céntrica calle San Clemente, en la antigua judería, esconde un gran misterio. O al menos para mí siempre ha sido un misterio. En uno de los extremos de la calle, en un quiebro de las edificaciones que jalonan la estrecha vía, nos encontramos un fragmento de columna empotrada en el muro, como si le sirviera de contención para evitar que se viniera abajo.
Al margen de la mayor o menor curiosidad que pueda suponer el uso de una columna en la esquina de una casa, una práctica bastante habitual en la ciudad, lo realmente asombroso es el parecido que tiene este fragmento de columna con las que podemos ver en los restos romanos de la calle Mármoles.
Está documentado que del solar de Mármoles fue extraída una columna para llevarla al Alcázar y que de camino hacia el recinto palaciego, se fracturó, quedando abandonada en plena Plaza Virgen de los Reyes durante siglos. ¿Podría ser esta columna de la calle San Clemente parte de la malograda pieza? El material, granito gris, es muy similar al de las columnas de Mármoles. Las dimensiones parecen variar, pero si estamos ante un fragmento, quién sabe.
Puede que esta columna no tenga nada que ver con los restos romanos. Incluso es posible que sea un material reutilizado mucho más moderno que los restos de la calle Mármoles. Pero siempre me quedará la duda. ¿Alguien conoce su historia?
3 comentarios:
Puede ser que tenga la misma función que muchas columnas colocadas en esquinas, al igual que las "muelas" sevillanas (http://esasevilla.blogspot.com/2010/08/las-muelas-de-las-calles-sevillanas.html).
Pero me parece que la calle de al lado es estrecha para tránsito de carruajes.
Tendré que ver cómo es el entorno, ya que con google maps no lo veo. Supongo que será la franja de la que no se tienen imágenes.
Un abrazo.
Efectivamente, lo de las columnas en las esquinas de las calles para evitar las rozaduras de los carruajes es muy normal. A mí lo que me escama es el origen de este fragmento de columna.
Saludos!
En mi pueblo abundan estas columnas encastradas. Muchas proceden de un templo romano y están colocadas por las esquinas, algunas de ellas a modo de guardacantones, aunque otras fueron reutilizadas para otras construcciones (puertas de acceso al recinto amurallado). Y curiosamente son de granito todas.
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