martes, 24 de agosto de 2010

Pon un fiscal egipcio en tu vida

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En Egipto han sufrido durante años el expolio de su patrimonio por lo que a día de hoy no se andan con chiquitas con este tema. El pasado sábado fue robado de un museo de El Cairo el cuando de Vincent Van Gogh "Las amapolas". Inmediatamente se inició una investigación para recuperar la obra que ya está dando sus primeras consecuencias, el Fiscal General de Egipto ha ordenado la detención, ni más ni menos, que del Director del Departamento de Bellas Artes del Ministerio de Cultura egipcio. Además, varios funcionarios tienen prohibido salir del país hasta que se esclarezca lo ocurrido. Al Director de Bellas Artes se le acusa de "negligencia y fracaso a la hora de realizar sus labores de trabajo". Al parecer, las cámaras del Museo no funcionaban correctamente, entre otros fallos de seguridad, y ello contando con que el cuadro ya había sido robado con anterioridad y que se tardó diez años en dar con su paradero. Todo un ejemplo de rapidez en la toma de decisiones ante un robo de semejante magnitud (el cuadro tiene un precio estimado de 55 millones de dólares).
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Curioso contraste con el caso vivido en febrero de 2009 cuando el Museo de Bellas Artes de Sevilla fue víctima de un robo. El objeto de deseo de los amigos de lo ajeno fue la cruz que porta en su mano izquierda la escultura de Santo Domingo, realizada por Martínez Montañés en el siglo XVII. La cruz no era la original sino una restitución posterior, pero no deja de resultar alarmante que pueda ser robada sin que nadie se dé cuenta. Año y medio después nada se sabe sobre el robo, nadie ha dado explicaciones y por supuesto, no ha dimitido nadie. En Sevilla funcionamos así, ocurren las cosas pero nadie asume las consecuencias. Lo que en otro país sería todo un escándalo, aquí se tapa gracias al poder de la administración encargada de velar, precisamente, por los bienes que conserva el Museo. Evidentemente el valor de la cruz no es equiparable al del cuadro de Van Gogh, pero la cuestión es que alguien entró en el Museo, subió a la sala donde está la escultura, se guardó la cruz y salió del Centro como si nada. Ni los vigilantes vieron nada ni las cámaras grabaron nada. ¿O acaso hay algo que no sepamos? En fin, quién tuviera un fiscal como el egipcio.
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Fuente: ABC
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3 comentarios:

Sònia... no tan fiera... dijo...

Nosotras estuvimos en el museo días antes de que robaran.. y no es que las cámaras no funcionaran, es que en la sala de Van Gogh no había cámara y se veía claramente que no había... eso sí, no nos dejaron entrar con nuestra botella de agua, pero si hubiera querido podría haber destrozado la mitad del museo y haberme quedado tan pancha..

Creo que en muchos museos el problema es que no está quién tendría que estar.. porque dime tú dónde escondieron la cruz los que se la llevaron, para que los vigilantes no se dieran ni cuenta.. para flipar!

J dijo...

Qué razón tienes Sonia sobre lo de que en los museos no están las personas que debieran, más poner gente competente y no a "primo o a mi cuñao" que parece que sólo pueden estar en los trabajos los más cutres y los que menos valen, que suele corresponder ocn los enchufaos... después pasa lo que pasa y como nadie sabe de lo que está hablando ni a lo que se dedica en realidad, por que parece que sólo van a estar allí un ratito tranquilos, pues se tiene estos atentados contra nuestro patrimonio, porque es de tod@s no de la Junta ni del Gobierno Central como nos quieren hacer ver cada vez que pueden, forma parte de NUESTRA Cultura, de tod@s...

Un saludo

Sergio Harillo dijo...

El tema de la seguridad es muy complicado, no puedes poner un policía en cada sala, y aunque lo pusieras, sería prácticamente inevitable que un desequilibrado atacara a una obra, mientras quién sea lo detiene, la obra ya estaría dañada. Pero sí se pueden castigar este tipo de actos, y para eso los museos deben contar con una seguridad y con un sistema de vigilancia. Es incomprensible que no se sepa aún quién robó la cruz del Santo Domingo, por narices tiene que salir en las grabaciones... si es que existen, claro. De lo contrario el tema ya sería mucho más grave y debería dimitir más de uno.

En cuanto al personal que vigila los museos, suelen ser personas o bien que colaboran gratuitamente o personal que únicamente cumple la labor de la clásica "azafata". Supuestamente la formación especializada deben tenerla los que trabajan de puertas para adentro y entre todos deben hacer que el Museo funcione a la perfección. En casos como éste es fácil echarse la culpa de unos a otros cuando en realidad, el fallo ha sido en cadena, desde el que no contrata a suficiente personal hasta el responsable del Museo por no mover cielo y tierra hasta que se depuren responsabilidades y el ladrón pague lo que ha hecho.

Un saludo!