martes, 16 de junio de 2009

La Biblioteca de la US en entredicho


La polémica surgió desde el primer momento por la ubicación del nuevo edificio. Y parece que los problemas no van a terminar nunca. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha dado la razón a los vecinos de la calle Diego de Riaño y ha puesto en cuestión los cambios introducidos en el PGOU vigente para la construcción de la nueva Biblioteca de la Universidad de Sevilla. El Plan General anterior (1987) calificaba estos terrenos como espacio verde, se construyó el parque con fondos europeos y ahora se está construyendo en una parte del mismo la Biblioteca, aunque ello conllevara el traslado de más de 200 especies vegetales.
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Mientras tanto, las obras prosiguen a buen ritmo. ¿Qué pasará ahora? Aún es pronto para saberlo, pero es de suponer que se recurrirá al Tribunal Supremo y mientras haya o no sentencia, proseguirán las obras.
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Desde este Blog, lamentamos la situación creada por la falta de comunicación entre el Ayuntamiento y los ciudadanos. Todo esto se podría haber evitado si el Consistorio hubiera sido más transigente y no impusiera su criterio sin más. Estamos totalmente a favor de la construcción de edificios nuevos y especialmente esta biblioteca de Zaha Hadid nos parece espectacular, pero siempre hemos lamentado la ubicación elegida. Se podría haber construido en cualquier otro sitio perfectamente pero se impuso que fuera en un parque aunque ello significara reducir la zona verde y el traslado de multitud de árboles, palmeras y arbustos. Creemos que todos estos problemas se evitarían si hubiera un criterio más homogéneo y consensuado del modelo de ciudad que todos queremos. Que Sevilla no puede estancarse en el pasado, es evidente. Que debe apostar por la arquitectura contemporánea, por supuesto. Pero siempre con respeto y consenso. No se puede imponer un criterio y luego pretender que los demás lo acaten porque sí.
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Como decimos, lamentamos tremendamente esta situación, por la pérdida de parte del parque, por la hipotética paralización de los trabajos (y los puestos de trabajo que ello acarrearía) y por la sensación de que en Sevilla nunca se hacen las cosas bien.
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Fuente: Europa Press

11 comentarios:

davrro dijo...

No es una sensación sino una evidencia el hecho de que en Sevilla no se hacen las cosas bien. Tenemos el alcalde más valiente de toda la historia de la ciudad pero hace falta CALIDAD, BUENA GESTIÓN y RESPONSABILIDAD.

Saludos!

Sergio Harillo dijo...

Es algo en lo que también he pensado muchas veces, si el afán renovador (o exceso de Ego, porque no sé si es lo uno o lo otro) que tiene este alcalde, lo invirtiera de mejor manera... otro gallo nos cantaría. Pero este empeño en "se hace porque me da la gana y paso por encima de quién sea" no está dando buenos resultados. Si finalmente se paralizara la Biblioteca, unido a los retrasos sangrantes de Metropol Parasol y al enfado de la UNESCO por el tema de la Torre Pelli, el alcalde llegará a las próximas elecciones con poco que mostrar (si acaso la ampliación de FIBES, pero con una década de retraso).

Más vale que el Ayuntamiento se tome las cosas de otro modo y empiece a consensuar su modelo de ciudad. De otra forma, siempre le van a crecer enanos por todas partes que intentarán tumbar todo proyecto que lance.

Oye, dA, cómo van las prácticas? Espero que estés aprendiendo mucho a pesar del calor y la primitiva desorganización :)

Un saludo!

Sevalber dijo...

Suscribo por completo tu comentario eventoensevilla, ya sabes desde un principio cuál es mi opinión sobre este kafkiano asunto. Lo peor de todo pienso que es la lamentable imagen que da nuestra ciudad, que primero cercena un parque (algo muy poco probable en otros espejos en los que a veces nos miramos) para hacer un edificio (del estilo que sea, porque es lo de menos) y con ello da pie a esta penosa situación que como bien dices se origina por la falta de consenso y por un afán de pasar a la posteridad por encima de todo.

Saludos.

Sevalber dijo...

Y dicho lo anterior quiero dejar claro que en mi opinión lo mejor que le puede pasar a nuestra ciudad es que la biblioteca siga adelante, que esto sea un aviso para navegantes sí, pero cualquier otra salida generaría aún más problemas. Espero que el urbanismo de quita y pon haya aprendido la lección.

Saludos.

Sergio Harillo dijo...

@ Sevalber: Pues tenemos el mismo dilema entonces, jeje. Lo mejor que podría pasar es que se construya la biblioteca, porque de todos modos, el daño está hecho ya. Si se paralizan ahora las obras tendremos un dineral invertido para nada, puestos de trabajo perdidos y un parque mutilado que a saber si vuelven a reponer, y aunque se repusiera tardaría años en estar como estaba.

Además, no quiero ni pensar en esos cimientos tapados sin más como pasó en Plaza de Armas.

Sólo espero que esto sirva de lección tal y como dices y la próxima vez el Ayuntamiento no juegue al Monopoly construyendo aquí y allá sin importar lo que hubiera.

Saludos!

Sevalber dijo...

Podría parecer que de este modo aceptamos una política de hechos consumados, ciertamente no deja de serlo, pero en ocasiones lo más justo no parece lo más lógico. A veces una vuelta atrás es muchísimo peor y en el fondo el aviso ya está dado y debe servir como escarmiento.

Y es que en ocasiones da la sensación de que o bien vivimos en un mundo irreal o la irrealidad es precisamente nuestra creencia en que las cosas han de hacerse con criterio y sentido común. Porque no parece muy razonable seguir construyendo un edificio cuyo soporte legal ha sido recurrido ante los tribunales, un edificio cuya ubicación ha sido contestada ampliamente por la ciudadanía (desde posiciones muy diversas) y que encima ha contado con que las alegaciones que se presentaron en su día tuvieron el pronunciamiento favorable de los técnicos que los políticos se han saltado "a piola" porque este era un proyecto mediático que había que mantener contra viento y marea.

Y ojo porque la sentencia del TSJA parece apoyarse en una doctrina del Supremo según la cual la modificación del PGOU no puede hacerse si se contraviene el interés general a otros más particulares. Así que si esto es así dudo mucho que el Supremo se contradiga a sí mismo dando la razón a la Junta y al Ayuntamiento...

Saludos.

Sergio Harillo dijo...

@ Sevalber: Exacto, podría parecer que aceptamos el "ya que están... que la terminen". Pero es que es mucho más complejo. Las opciones son claras, o seguir con la obra o destruir todo lo hecho (y perder 4 millones de €), volver a plantar los árboles (muchos de ellos morirán con tanto transplante) y esperar años a que esa zona del parque vuelva a ser lo que era.

La culpa de toda esta situación sigue siendo del Ayuntamiento, por imponer su criterio por encima de todo, por modificar la ciudad a su antojo y donde ahora hay un parque ahora pongo un edificio, y sobre todo, por ignorar a los ciudadanos que cada vez más se ven obligados a recurrir a la Justicia para buscar protección.

Así no se hace una ciudad moderna. No puedes llevarte por delante a quién quieras sin importarte lo que piensen y opinen en base a que tu criterio es el mejor porque tú lo dices. Este no es el camino. Y esto debe servir de motivo de reflexión a este Ayuntamiento prepotente y ajeno a los ciudadanos. Miedo me da que tengamos que pagar ahora todos una compensación a la Universidad por el daño causado en caso de que se paralicen las obras. De nuevo la misma historia que se repite a escasos metros (paralización del edificio de Moneo en el Prado).

Saludos!

Sevalber dijo...

La Universidad aceptó que no pediría indemnización al Ayuntamiento en caso de que la Justicia le diera la razón a los denunciantes.

Insisto en que con el daño ya hecho a los jardines y este tipo de prácticas urbanísticas en entredicho, prefiero que la biblioteca se acabe construyendo. Claro que no va a ser fácil porque todavía quedan 9 sentencias más...

Saludos.

Fernando Hugo dijo...

Hmmm...

He seguido esta historia, y aún no creo tener todos los datos tan claros como para emitir opiniones tan contundentes.

En cambio, sí tengo impresiones.

A los sevillanos nos pirra oscilar entre "ojú, qué grande es Sevilla" y el afán victimista de "En Sevilla todo se hace mal".

Hace unos días, estuve viendo que el Metro de Bilbao, la primera línea, no se tardó tan poco, en relación al de Sevilla, como creía. Y lo que ha hecho Moneo en los alrededores del Museo va a necesitar un buen repaso, porque no es que haya quedado muy bien (su actuación en el Museo en sí, no parece que sea tan negativa).

En cuanto a las actuaciones "espectaculares" marchan, pero Madrid va a tardar en verlas. Se ve que las cosas de palacio van despacio en todas partes.

Pero ya digo: nos encanta fustigarnos.

Y, yendo al extranjero, confirmo que en Berlín ha tenido la "genial" idea de tirar el antiguo Palacio de la zona Este, para... ¡"reconstruir" casi tal cual un antiguo Palacio del XIII! Además de una millonada, hasta los arquitectos "señeros" han dicho que es una soberana tontería.

Luego, en la otra punta de la "moderna y eficiente" Alemania, en Colonia han levantado unas torres que "afean" al parecer las de la Catedral, protegida por la UNESCO. Y están mucho más cerca que la Torre Pelli de nuestro casco histórico.

Vamos, que nada esto justifica una actuación negligente (si ése fuera el caso) pero desde luego no es que Sevilla sea una especie de ejemplo universal de desastre.

No sé cómo funcionó el proceso de aprobación del PGOU detalle a detalle, pero no creo que fuera una especie de "esto es así porque me sale de las narices". Hubo consultas y se escucharon opiniones.

Lo que sucede es que no se puede escuchar la opinión de cada uno.

Los intereses de cada uno, e incluso de cada sector son opuestas.

A mí me parece una locura seguir construyendo aparcamientos, pero el que conduzca lo necesitará. Me parece de locos que sigamos defendiendo el coche en estos tiempos, pero en fin... Es lo que hay.

Y lo mismo pasa con vecinos conservadores, defensores del medio ambiente, comerciantes, hoteleros, empresarios, trabajadores...

Cada decisión no puede contentar a todos. Idealmente seguro que parece que si el ayuntamiento "te escucha", ya sería todo diferente,

Pero no es así. Y esto sí que lo sé de primera mano. Un concejal o hasta el alcalde puede recibir a los vecinos, a los expertos, a la UNESCO, etc, pero, si luego no hace caso, volveríamos a tener montado el pollo.

Vamos, que uno, soberbiamente, ingenuamente, quiere que le escuchen y encima hagan las cosas como uno quiere.

Y esto no puede ser.

¿Y ahora qué? ¿El Tribunal X va a impugnar el PGOU al completo? ¿En parte? ¿La Unión Europea no sabía que se usaba parte del parque?

¿Y en el próximo PGOU? ¿No podrá cambiarse de idea? ¿No podrán alterarse lo que ahora se estiman como suelos urbanizables, etc, y darle otra calificación?

Muy complicado veo yo todo esto.

Y, por cierto, planteo yo una cuestión: ¿es mejor un supuesto urbanismo de quiya y pon, o un urbanismo que no haga nada?

Porque, demonios, bien que mal, con lentitud, contradicciones y errores de peso (no lo niego), yo hace tiempo que no estaba tan ilusionado con la futura Sevilla.

Hombre, que se está haciendo más en 8 años que en 16 anteriores...

Sergio Harillo dijo...

@ Fernando Hugo: Todo es cuestión de perspectivas. Evidentemente, nunca todo el mundo va a estar contento con las decisiones del Ayuntamiento. Cuando Sevalber o yo hemos dicho que el Ayuntamiento hace lo que le viene en gana es que actúa sin tener en cuenta a nada ni a nadie. Evidentemente el PGOU se puede cambiar, pero no es lógico que teniendo un solar justo en frente, cojas y destruyas parte de un parque para construir una biblioteca, por mucho que sea pública y por mucho que traiga modernidad a la ciudad. Además, hubiera lucido muchísimo más en el solar del Prado que en la calle Diego de Riaño. Pero qué pasa, que el solar del Prado es del Ayuntamiento y querrá especular con el terreno igual que quiere hacerlo en la sede de Urbanismo. Y eso no es normal, ni lícito.

Los vecinos están en todo su derecho a protestar. En esta ciudad son muchos los casos de actuación del Ayuntamiento porque sí, en aras de lo que ellos entienden como el bien general. Como los carriles bici (quepan o no), la peatonalización de la calle Asunción u otros proyectos que llevan a cabo porque les da la gana, sin contar con los afectados, porque les da exactamente igual.

Esto crea un clima de crispación que hace que la ciudadanía esté harta de que se burlen de ella y a la mínima acuda a los juzgados a reclamar lo que considera su idea de ciudad.

Todo esto se solucionaría si el Ayuntamiento fuera menos prepotente y más dialogador. Si escuchara más e impusiera menos. Ellos tienen su modelo de ciudad (que yo comparto en muchísimas cosas) pero no me gusta que se impongan las cosas porque sí, porque ellos lo dicen. Y te pongo un ejemplo, qué bonito es poner zona azul por todas partes, hacer carriles bici y crear zonas peatonales y que luego los concejales lleguen a sus puestos de trabajo en coche oficial. Eso no es tener un modelo de ciudad, eso es imponer a los demás lo que no te impones a ti mismo. Nadie puede llegar al centro en coche, pero ellos sí. No es justo.

En fin, esta conversación sería para tenerla con un café delante, jeje. Que por aquí se hace larga y es dificil agrupar todas las ideas :)

Un saludo!!

Sevalber dijo...

Claro que el PGOU se puede cambiar, y además con bastante facilidad según los casos...

Lo que resulta bastante chirriante es que se haga un parque por el que el Ayuntamiento recibió tres millones de euros de la Unión Europea y ocho años después la Universidad y el Ayuntamiento se pongan de acuerdo para cercenar una parte con objeto de construir un edificio, que me da exactamente lo mismo que sea barroco, renacentista, gótico o ultramoderno, porque pienso que ese no es el problema. Y recurrir a que estaba infrautilizado no me parece un argumento serio, más bien es echarse más tierra encima.

A mí desde luego no me parece una práctica urbanística seria, ni veo que exista la suficiente justificación como para tener que recurrir a ello, y viene a ser lo que se deduce de la sentencia. Porque no creo que se pueda concluir, como hacen desde el Ayuntamiento, que la sentencia invada las competencias del municipio, el Poder Judicial existe para que no se contravenga el ordenamiento jurídico, que es, en este caso, lo que han entendido los jueces que ha ocurrido. Si después vienen los del Supremo y dicen lo contrario, pues perfecto, tampoco se podrá decir que "colaboran con las competencias urbanísticas del municipio", ¿no?

Lo que pasa es que el debate se ha centrado en historias periféricas, como el rollo patatero y cansino de los modernos contra los antiguos, y de los del pepín contra los del pepón, que de verdad que este tipo de diatribas aburre ya hasta a las ovejas...

Saludos y me apunto a lo del café :)