Tras la presión mostrada por diferentes asociaciones y medios de comunicación de la ciudad sobre la colección de cerámica trianera que Vicente Carranza prentede donar a nuestra ciudad, la delegada de Cultura ha hablado por fin del tema y ha ofrecido el futuro Museo de la Cerámica como ubicación para dicha colección. Por otro lado, el alcaide del Real Alcázar (lugar donde Carranza quiere que sea expuesta su colección) ha ofrecido otras ubicaciones dentro del recinto palaciego donde mostrarla, pero siempre dejando claro que las salas que hoy en día se utilizan para exposiciones temporales, van a seguir con el mismo uso, a pesar de que en su día fueran restauradas para exponer la cerámica.
Al parecer, y siempre según el Ayuntamiento, la familia Carranza se opone a que su colección sea expuesta en cualquier otro lugar que no sean esas salas, por lo que el asunto está en un punto crítico a la espera de que alguna de las partes de su brazo a torcer.
Desde este blog siempre defendimos que el Real Alcázar no era el lugar indicado para la ubicación de esta interesante colección. Por su importancia, debería contar con un edificio exclusivo, requisito que puede cumplir a la perfección el futuro Museo de la Cerámica donde sin duda esta colección sería el principal reclamo. Pero el museo todavía está en trámites, ni siquiera se han empezado las obras de restauración del edificio que lo albergará, por lo que podríamos estar hablando de un par de años hasta que el Museo esté concluido y pueda recibir las piezas. ¿Qué hacer mientras tanto con esta colección? Quizás el Ayuntamiento podría plantearse permitir que la colección se ubique en el Real Alcázar con la condición de que una vez esté finalizado el Museo, las piezas se trasladen hasta su nueva sede. O se podría buscar una ubicación distinta durante este período. La pregunta es, si la colección se ubica en otro espacio, ¿viajará de nuevo luego al futuro Museo de la Cerámica o se quedará eternamente en dicha ubicación?
Sea como sea, lo primordial ahora es que la colección Carranza se quede en nuestra ciudad en las mejores condiciones posibles (tampoco es de recibo guardarlas en un almacén, a la espera del museo, donde podrían deteriorarse). Esperemos que tanto Ayuntamiento como la familia Carranza lleguen a un acuerdo que satisfaga a ambas partes y sobre todo, que sea beneficioso para la ciudad.
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3 comentarios:
Como tu bien dices lo suyo es que tenga un museo propio, pero como le toque al Ayuntamiento decidir que edificio será, la colección se acaba perdiendo, estoy seguro. El Alcaide del Alcázar parece muy interesado, lo ideal sería que provisionalmente estuviera allí, así por lo menos atariamos la colección a la ciudad hasta que un día se le buscara edificio, que miran ya que parece que no van a hacer el Metrocentro hasta Santa Justa, un piquito de lo que se iban a gastar podrían usarlo en restaurar por ejemplo la Estación de Cádiz y ponerlo allí, o el Pabellón de Perú que ahora se queda vacio, ¿sabes en que van a emplear el Pabellón de Perú??. Abrazos!!
Hola, pues como bien dices que se pongan de acuerdo y le busquen el lugar idoneo para que los sevillanos y los que nos visitan la podamos disfrutar.
Saludos.
Pues lo último q se ha hablado del Pabellón de Perú es q va a seguir en manos del CSIC q reconvertirá una parte del edificio en Museo de la Ciencia. La verdad, me parece un lugar muy poco indicado para un museo de esas características. Hoy en día los museos de la ciencia son espacios de grandes dimensiones donde el público interactúa con los contenidos para acercarse de una forma divertidad y amena a la ciencia y así aprender en qué consiste. Pero dedicar parte de este edificio, ya pequeño de por sí... me parece q se limitará a la exposición de objetos pertenecientes al CSIC, una museología de hace décadas.
Lo ideal para este espacio sería un pequeño museo o centro de interpretación q diera valor al edificio. Pero claro, aqui siempre optamos por lo fácil, q es ceder el edificio para no tener q acarrear con gastos de mantenimiento por parte del Ayuntamiento.
Un abrazo!
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