miércoles, 22 de abril de 2020

El arte en el espacio público como material didáctico



La colocación de una obra de arte en el espacio público puede responder a diferentes motivos, rendir tributo a grandes personajes de la historia universal o local, adoctrinar a la población o conmemorar un acontecimiento de gran relevancia, ya sea una batalla o la culminación de una gran infraestructura. Quizás el sentido más contemporáneo sea el del arte por el arte, pero incluso en este caso siempre hay un factor que no podemos pasar por alto, quién encarga o sufraga dicha pieza, ya que en muchas ocasiones adquiere tanta importancia la obra en sí como quién la ha colocado ahí y por qué. Al fin y al cabo el arte es una manera como otra cualquiera de pasar a la posterioridad y es por ello que a lo largo de la historia el mecenazgo siempre ha acompañado al poder.


Fuente de Hygieia, Hamburgo. Imagen de Wikipedia


Hoy os quiero hablar de una obra en concreto que está muy relacionada con la situación que estamos viviendo y que refleja el poder del arte en el espacio público. Se trata de la Fuente de Hygieia de Hamburgo, ubicada en el patio del Ayuntamiento de esta ciudad alemana. La fuente, todo un alarde compositivo, se inauguró en 1896 y fue realizada por el escultor Joseph von Kramer. 




Lo que en principio podría pasar por una fuente monumental más de las muchas que se erigieron en Europa durante el siglo XIX, cobra un nuevo sentido si nos hacemos una serie de preguntas. La primera es quién es Hygieia y por qué se le dedica una fuente en Hamburgo en 1896. Hygieia, según la mitología griega, era hija de Asclepio, dios de la medicina. En Roma se asimilirá con la deidad denominada Salus, de donde nos podemos imaginar que procede la palabra 'salud', pero además, si analizamos el nombre de la diosa griega nos resultará fácil reconocer que de Hygieia proviene la palabra 'higiene'. 




Ahora que conocemos a la protagonista principal del conjunto escultórico podemos preguntarnos el por qué se levantó una fuente dedicada a la higiene en Hamburgo. Unos años antes la ciudad había sufrido una terrible epidemia de cólera que le había costado la vida a más de ocho mil personas. Ante este drama humano, la ciudad decidió cambiar el programa iconográfico de la fuente, que en principio iba a estar dedicada al dios Mercurio y al comercio marítimo, por una figura que rememorara la epidemia de 1892 y al mismo tiempo lanzara un mensaje a los viandantes.




El uso de la imagen con un fin docente es algo que se puede rastrear en toda la Historia del Arte, desde Egipto hasta las conocidas pinturas románicas, pero en esta fuente adquiere un nuevo sentido. Los relieves apocalípticos medievales en tímpanos y capiteles dan paso a algo mucho más sencillo, educar en la higiene. La fuente de Hamburgo está lanzando un mensaje sencillo pero poderoso, la ciudad ha conseguido derrotar a la terrible epidemia (representada como un dragón a los pies de la diosa) y para evitar nuevas plagas la higiene es fundamental así como la limpieza. El agua siempre se ha identificado con la vida y qué mejor manera de representar ese renacimiento que en una fuente dedicada a la higiene.




La figura principal de Hygieia se acompaña con seis alegorías en la base de la fuente que responden a diferentes símbolos asociados al agua y que recogen el testigo de ese primer diseño dedicado al comercio. Así nos encontramos dos hombres, tres mujeres y un fauno que portan una jarra, un barco, un remo, un pescado o una concha, elementos todos ellos alusivos al uso del agua y a los beneficios que ha aportado a la ciudad disponer de un gran puerto. Por último la fuente guarda otra pequeña sorpresa ya que la base de la misma cuenta con una serie de huecos cerrados con rejas que actúan como un primitivo y rudimentario sistema de aire acondicionado, ya que el aire que pasa por esas aperturas se enfría por el contacto con el agua que cae del plato superior a través de gárgolas.




La ubicación de la fuente, en el patio del Ayuntamiento, es una señal clara de la importancia que la higiene iba a tener a partir de ese momento para la administración local. Además, con esta obra se rinde un sentido homenaje a las víctimas de la epidemia. El paso de los años ha podido relegar el sentido originario de la fuente a un segundo plano, y es bien seguro que muchos viandantes apenas repararán en el programa iconográfico, pero ahí está, a la vista de todo aquel que se quiera interesar en el porqué de esas figuras en un espacio principal de la ciudad.


>> Todas las fotografías salvo la de Wikipedia han sido cedidas por Alejandro Suárez, al que quiero agradecer tanto las imágenes como el haberme puesto sobre la pista de una fuente con tanta historia detrás.

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