La Catedral de Sevilla abrió al público hace unos meses la conocida como 'Sala de las Columnas' o 'Sala Hipóstila', un bellísimo espacio de pequeñas dimensiones al que se accede desde el Patio del Cabildo.
La Sala de las Columnas era visible desde los años noventa gracias a la instalación de un cristal en la puerta que permitía ver el interior. Durante varios años se expuso en este pequeño recinto el ajuar de Hurtado de Mendoza que ahora se muestra en una vitrina del Pabellón neoclásico. En 2019 se llevó a cabo una pequeña reforma en esta sala para permitir el acceso y la exhibición de varias piezas tanto pictóricas como escultóricas.
Acceso a la Sala de las Columnas desde el Patio del Cabildo |
Fechado entre 1557 y 1562, este espacio habría sido diseñado por Hernán Ruiz II dentro del amplio programa de reformas llevado a cabo por el arquitecto en la segunda mitad del siglo XVI. Lo que en un principio pudo ser una dependencia auxiliar del Patio del Cabildo, se convirtió en acceso privado a la Sala Capitular tras la apertura de una puerta por parte de Asensio de Maeda en 1592, año en que finalizan las obras de dicha estancia. Sin embargo este uso prácticamente no tuvo recorrido al instalarse delante de la puerta la tribuna que preside la Sala Capitular, relegando la Sala de las Columnas a un uso secundario.
Dos serlianas dividen el espacio de la Sala |
A pesar del poco uso que ha tenido a lo largo de la historia, la Sala de las Columnas es un espacio muy interesante por la utilización de dos serlianas que apoyan en cuatro robustas columnas. La pequeña sala queda dividida por tanto en tres tramos cubiertos con una techumbre plana decorada con casetones. La amplia luz de los arcos rebajados unida a la presencia de cuatro columnas en tan reducido espacio dotan a la sala de una monumentalidad digna de mención.
En la nueva disposición museográfica se han seleccionado para su exhibición varias pinturas entre las que destacan la 'Piedad', óleo sobre tabla del círculo del pintor de Amberes Quinten Metsys de hacia 1510 y 'La Dormición de la Virgen' de Marcellus Coffermans, de hacia 1560 - 1570. Junto a ellas se pueden contemplar otras dos pinturas flamencas, 'La huida del hijo pródigo' y 'El regreso del hijo pródigo' así como la lápida mortuoria de don Íñigo de Mendoza, entre otras piezas de gran valor histórico y artístico que hasta ahora no estaban expuestas o se encontraban en zonas donde era complicado disfrutar de la calidad de las mismas.
'La Dormición de la Virgen' de Coffermans y 'La Piedad' del círculo de Metsys |
La labor de conservación e intervención en el patrimonio de la Catedral es continua, lo que lleva a que en ocasiones actuaciones de pequeño formato como la apertura de esta sala pasen más desapercibidas. A pesar de que la sala lleva abierta prácticamente un año, no ha sido hasta hace unos días cuando he tenido constancia de la noticia, y no podía dejar pasar la ocasión para visitar de nuevo la Catedral y disfrutar de este delicioso espacio.
>> Más información sobre la Sala de las Columnas aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario