Finalmente no fue el 31 de diciembre de 2019 sino que será el 12 de enero de 2020 cuando cierre definitivamente sus puertas el Museo Arqueológico de Sevilla para llevar a cabo una profunda reforma del edificio que durará unos tres años y contará con un presupuesto de 20'7 millones de euros financiados por el Ministerio de Cultura.
La Consejera de Cultura, Patricia del Pozo, dio el pasado día 8 algunos detalles del futuro del Arqueológico, si bien se echó en falta una mayor concreción en aspectos clave como en qué va a consistir la reforma del edificio. Según confirmó la Consejera, el proyecto de Guillermo Vázquez Consuegra se ha reducido en unos 12 millones de euros (el proyecto presentado hace una década estaba presupuestado en 33 millones de euros) que permitirán "mantener la identidad del emblemático edificio de Aníbal González" que acoge la sede del Museo Arqueológico desde el año 1946.
Una de las novedades adelantadas el pasado miércoles fue el anuncio de la elección de las salas de exposiciones del convento de Santa Inés como espacio donde exponer, de manera temporal, parte de la colección del Museo Arqueológico mientras duren las obras. Esta sede temporal abrirá sus puertas a lo largo del año 2021 y no solo mostrará una selección de piezas del Museo sino que ofrecerá detalles del proyecto de reforma así como de los avances producidos en la obra. Teniendo en cuenta que este tipo de proyectos suelen alargarse en el tiempo, contar con una sede temporal se antoja indispensable para mantener viva la llama de la institución cultural, aunque Santa Inés no sea, a mi parecer, el lugar más idóneo.
Tarragona se enfrentó en el año 2018 a una situación similar a la que va a vivir el Museo Arqueológico de Sevilla. El cierre del Museo Nacional Arqueológico de Tarragona (MNAT) durante varios años amenazaba con privar a la antigua capital romana de su principal centro museístico. Un atractivo proyecto museográfico ha permitido adaptar una antigua nave del puerto como sede temporal y en ella no solo se expone una selección de las mejores piezas que atesora el MNAT sino que se cuenta la propia historia de la ciudad a través de esos objetos y el devenir del museo, una institución con más de un siglo de vida.
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| Una de las salas de la sede temporal del MNAT |
Durante este año 2020 se procederá al traslado del casi millón de piezas y documentos que atesora el Arqueológico a los almacenes que posee la Consejería de Cultura en La Rinconada. Una vez vaciado el edificio se podrán iniciar unas obras que no solo mejorarán las obsoletas instalaciones del museo, sino que vendrán acompañadas de una profunda reforma museográfica del mismo. Esta renovación del contenido expositivo es, sin duda, tan importante como la rehabilitación del edificio. El Museo Arqueológico de Sevilla requiere de un discurso contemporáneo que no se limite a mostrar una serie de piezas sino que las ponga en contexto y permita al visitante conocer el devenir histórico de Sevilla y su provincia desde la Prehistoria hasta la Edad Moderna. Es por ello que en la nueva museografía deben adquirir un gran protagonismo los yacimientos de la provincia, de modo que las piezas halladas en Munigua, Alcalá del Río, Santiponce, Valencina de la Concepción o Camas muestren la riqueza cultural e histórica de la provincia de Sevilla y el Museo Arqueológico se convierta en un puente entre la capital y los yacimientos de la provincia.
El cierre del Museo Arqueológico supone el inicio de una etapa de lo más interesante en la que se deberá definir el futuro de la institución. En los últimos años la museología ha dado grandes pasos que, por desgracia, no se veían reflejados en la actual exposición permanente del Arqueológico. Estos años en barbecho deberían servir para reorientar el rumbo de un museo que ha languidecido durante décadas. El Museo Arqueológico que reabra sus puertas en 2023 debe ser una institución moderna, un referente cultural abierto a la ciudadanía donde se celebren todo tipo de actos, desde exposiciones temporales a conferencias, pasando por talleres y actividades familiares. De nada servirá invertir veinte millones de euros si, una vez abierto, volvemos a la gestión que ha tenido hasta ahora.
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