Acuario de Sevilla estrena nuevos ecosistemas en su cuarto aniversario

Acuario de Sevilla cumplirá el próximo mes de septiembre cuatro años desde su apertura al público y lo hace con grandes novedades. La primera ha sido la compra del espacio por Global Omnium, empresa especializada en este tipo de instalaciones. El cambio de empresa ha permitido saldar la pesada deuda que tenía el proyecto para comenzar desde cero. Además, Global Omnium ha realizado una primera inversión de un millón de euros que ha permitido renovar y mejorar las instalaciones del Acuario para beneficio de los animales que en él habitan, se ha remodelado la zona dedicado a la Jungla y se ha creado un nuevo ecosistema, el manglar. 

Ecosistema del Guadalquivir

El itinerario de la visita recrea el viaje que Fernando de Magallanes realizó entre 1519 y 1522 alrededor del mundo partiendo desde Sevilla. Los primeros tanques que nos encontramos están dedicados al Guadalquivir y a Doñana, donde podremos ver ejemplares de salinete, una especie exclusiva de las marismas de Huelva, Sevilla y Cádiz. Estos espacios fueron diseñados para mostrar no sólo la biodiversidad de nuestro ecosistema más cercano sino los peligros de las especies invasoras o ejemplares de animales ya extinguidos en nuestro río, como el esturión.

El recorrido prosigue por el Atlántico para llegar hasta América donde la zona de la Jungla ha sido completamente remozada para imbuir al visitante en un ambiente mucho más propicio para conocer especies como la anaconda, anfibios, tortugas y lagartos. La próxima parada en el recorrido es el gran Oceanario, el más profundo de Europa, donde se pueden contemplar diferentes especies de tiburones (con los dos grandes ejemplares de tiburón toro como protagonistas), rayas, un banco de caballas recién incorporado al tanque y una gran variedad de especies del Océano Atlántico. 

Una de las grandes novedades del recorrido es la zona dedicada a las medusas, bautizada como 'Calma'. Cuando se inauguró el Acuario hace cuatro años me llamó especialmente la atención que hubiera zona "vacías" durante el itinerario. Precisamente uno de estos espacios se ha renovado por completo para ubicar una serie de tanques con una docena de especies de medusas. En total se pueden contemplar unos doscientos ejemplares de los mil que atesora el Acuario. 

En este mismo espacio se puede observar la zona de cría de medusas donde habitan varios centenares de ejemplares en condiciones especiales para garantizar su reproducción. El objetivo fundamental de esta zona técnica es introducir nuevos ejemplares en sus ecosistemas originales. Es precisamente ésta una de las funciones más importantes del Acuario, la de garantizar y concienciar sobre la conservación de nuestros mares y océanos. Según algunos estudios para el año 2050 en los océanos habrá más plástico flotando que peces nadando bajo sus aguas. La concienciación es fundamental para el equilibrio de nuestros ecosistemas y como seres humanos tenemos gran parte de responsabilidad en los cambios que está sufriendo el Planeta. Es hora de que empecemos a trabajar para revertir tanto daño.

Zona técnica de reproducción de medusas

El recorrido prosigue por diferentes ecosistemas para llegar a otra de las novedades, el tanque donde se recrea un manglar. Se trata de un ecosistema acuático donde la vida se desarrolla entre las raíces de especies arbóreas adaptadas a la alta salinidad de espacios intermareales de zonas tropicales y ecuatoriales. El manglar ocupa otro de esos espacios dentro del Acuario que se quedó sin dotar de contenidos en la primera inauguración por lo que no sólo se gana un nuevo ecosistema sino que el recorrido se vuelve más ameno y completo.

La zona dedicada al Índico y al Pacífico es sin duda una de las más coloridas gracias a la diversidad de especies introducidas en los estanques, tanto peces como corales.

El recorrido finaliza en otro de los tanques dedicados a la protección de especies. La tortuga boba no sólo da imagen a Chelo, la mascota del Acuario, sino que forma parte de una de las líneas de investigación y trabajo de la institución. El Acuario de Sevilla forma parte de un proyecto en el que ejemplares de tortugas bobas son rescatados y trasladados a sus instalaciones para que se recuperen de diferentes circunstancias. Una vez garantizada su salud, los ejemplares son devueltos al mar. 

Entre los proyectos a corto plazo planteados por la nueva dirección del Acuario de Sevilla se encuentra la construcción de un auditorio y un espacio dedicado a la innovación, tecnología y conocimiento digital, que agrupe también a emprendedores. En palabras del director de Global Omnium, Eugenio Calabuig, "en esta ciudad están pasando muchas cosas en materia de innovación y transformación digital y, por ello, queremos sumarnos a esta corriente de talento y conocimiento". Para completar la reinauguración, durante este fin de semana se ha instalado un espectáculo multimedia en el Muelle de las Delicias para que los ciudadanos puedan disfrutar y conocer la novedades del Acuario.

Como colofón del post me gustaría aportar una propuesta de mejora para el futuro del Acuario de Sevilla. Salí gratamente sorprendido de los cambios realizados en el recorrido dentro de las instalaciones. La zona de medusas me pareció especialmente bella. Sin embargo, sigo echando en falta una gran reforma en los exteriores del edificio. Si el Muelle de las Delicias no muestra precisamente una imagen óptima, los alrededores del Acuario todavía necesitan una mejora que contribuya a hacer más atractivo el entorno. Especialmente llamativa es la zona "ajardinada" que hay delante del edificio que ya sido remodelada en varias ocasiones. Cuando veo este espacio pienso en las zonas libres del Oceanográfico de Valencia y me imagino un espacio donde a través de la vegetación se cree un nuevo ecosistema visitable dentro del recorrido del Acuario (jardín botánico, aviario, mariposario). Sin duda supondría una fuerte inversión, pero debería ser un objetivo a medio plazo para mejorar las instalaciones.

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