Vivimos rodeados de publicidad y quizá uno de los ejemplos más bellos y característicos son el conjunto de paños de cerámica de principios del siglo XX que aún se pueden ver en algunos edificios del centro histórico de Sevilla. Uno de los más llamativos es el que decora la fachada de la Joyería Chico, en la calle Tetuán y que muestra un automóvil de la marca Studebaker. Se trata de un conjunto de azulejos pintados a mano en 1924 por Enrique Orce Mármol en la fábrica trianera de Ramos Rejano.
Los dueños de la joyería han llevado a cabo una profunda remodelación del edificio donde tienen su sede y entre las labores realizadas se encuentra la restauración de este magnífico panel de azulejos. La intención de los propietarios era trasladar el conjunto de azulejos a la planta superior en la misma fachada para evitar el continuo deterioro al que es sometido, pero la negativa de la Comisión de Patrimonio impidió el traslado. Si bien según la Ley todo elemento patrimonial debe permanecer en aquel lugar para el que fue creado, existe una excepción y es que se podrá proceder al traslado cuando exista un serio riesgo para la conservación del Bien. ¿Corre un serio riesgo este panel de azulejos si se queda donde está? Es evidente que sí, ya que al estar a pie de calle los ataques vandálicos son constantes y ya ha sido restaurado en varias ocasiones. ¿Hubiera pasado algo si, con todas las garantías, se trasladaba el mural a la planta superior? Pues seguramente no.
Sea como sea, el mural cerámico luce ya completamente restaurado, un trabajo que ha realizado la empresa 'Benza. Conservación y Restauración', responsable de la intervención en otros conjuntos artísticos de la ciudad como la Glorieta de Convadonga o el monumento a Miguel Mañara. En la actuación se han consolidado aquellos azulejos que presentaban riesgo de desprendimiento y se ha recuperado la capa cromática de las lagunas que presentaba todo el mural, devolviéndole al conjunto una imagen unitaria.
>> Más información sobre el mural en la web Retablo Cerámico (enlace)
5 comentarios:
Yo creo que habría estado bien el traslado a la planta de arriba. Si bien no es exactamente su lugar original, se habría quedado prácticamente en el mismos sitio y merecería la pena sin duda porque ya sabemos lo difícil que es la conservación de la cerámica. Sino se aleja de los vándalos en poco tiempo volveremos a verlo estropeado.
Ha quedado estupendo y creo que luciría mucho mejor más arriba. Sería un bien para el azulejo y para todos los que, paseando, quisiéramos contemplarlo. Me preguntó por qué, siendo legal por peligro de deterioro, no han dejado a los dueños trasladarlo unos metros. Estas son las cosas que los ciudadanos no entendemos cuando después observamos ciertas barbaridades constructivas en todas las ciudades de España.
Mi enhorabuena a los dueños por su paciencia y por la excelente restauración (por cierto, me pregunto quién la habrá pagado en beneficio de la ciudad...). Que tengan suerte para su renovado negocio
Buenos días, María. La restauración la han pagado los dueños de la Joyería.
¡Saludos!
Así lo creo. Pero la Junta no lo permite, porque no pueden desplazarse elementos patrimoniales como ése de su lugar; un error en mi opinión, cualquier tipo de mosaico cerámico como los típicos nuestros debería poder desplazarse a un lugar más seguro, eso sí, quedando visible e integrado armónicamente, en la fachada original. Creo que hay otros es Sierpes o Tetuán con los que se hizo en el pasado precisamente esto. ¡Un saludo a todos!
Muchísimas gracias, gran orgullo con la respuesta a nuestra restauración. Tenemos la suerte detener obras de arte en nuestras calles a ver si somos capaces de respetarlas.
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