No hay nada más útil para condenar un bien patrimonial que alargar en exceso su puesta en valor. Un ejemplo de lo más ilustrativo es el Puente de Alfonso XIII (o de Hierro) que fue desmontado de su emplazamiento original en 1998 para terminar siendo abandonado en 2003 en unos terrenos del Puerto que supuestamente iban a acoger una zona verde. Trece años después, el Ayuntamiento anuncia un convenio de colaboración con el Puerto para poner en valor este elemento patrimonial. Trece años.
La burocracia administrativa da alas, una vez más, a un problema que ni unos han sabido resolver. Si realmente hubiera un interés por proteger el Puente de Hierro, se habría hecho desde el principio. Quizás ni tan siquiera habría hecho falta desmontarlo o tal vez se podría haber aprovechado el traslado para montarlo en otra zona del río donde hubiera seguido teniendo el uso para el que fue diseñado, pero en lugar de todo eso se optó por abandonarlo y condenarlo a los continuos robos que han destruido parte de su estructura para ser vendida como chatarra.
En la nota de prensa del Ayuntamiento se aclara que el convenio suscrito entre la Gerencia de Urbanismo municipal y el Puerto se propone realizar un análisis conjunto de las alternativas para la puesta en valor y conservación del Puente de Alfonso XIII con el objetivo de garantizar su integración en la trama urbana de la ciudad y, por tanto, su conocimiento y disfrute por parte de la ciudadanía. Se añade, además, que el estudio que se haga prevé identificar las infraestructuras necesarias para garantizar el acceso adecuado al área donde finalmente se ubique.
El delegado de Hábitat Urbano se congratulaba de "haber dado un paso para tratar de buscar una solución que nos permita poner en valor esta infraestructura histórica y cumplir así una demanda de hace muchos años de distintos colectivos ciudadanos". Se refiere el concejal a las diferentes asociaciones que llevan años solicitando que se evite el expolio que sufre la estructura de hierro del Puente sin que nadie hasta ahora haya hecho prácticamente nada por atajar el problema.
Se abre así un período de estudios, planes y análisis que lo único que harán será posponer el problema para dentro de unos meses mientras siguen sin tomarse medidas que protejan el Puente. En la mesa de trabajo habrá dos representantes del Puerto, dos del Ayuntamiento de Sevilla y se ha ofrecido la oportunidad a los diferentes grupos políticos con representación municipal para que propongan expertos para asistir a las reuniones. Una vez más, la ciudadanía queda al margen de las decisiones que se puedan tomar en torno a un bien patrimonial. Los ciudadanos son los que están pidiendo desde hace trece años que se ponga en valor el Puente de Hierro y luego no forman parte de las posibles soluciones. Resulta evidente que son esos ciudadanos y esas asociaciones quienes deberían formar parte de la mesa de trabajo.
Posible ubicación para el Puente de Hierro. Imagen de Google Maps |
Personalmente siempre he pensado que la mejor opción es devolverle al puente su uso primitivo, reconvertido en pasarela peatonal. Su ubicación en el cauce histórico se antoja complicada por la protección de la que goza la lámina de agua, pero quizá se podría plantear instalar el puente entre el de Los Remedios y el de San Telmo, a la altura de la Fábrica de Tabacos de Altadis para comunicar ambas orillas y facilitar el acceso desde el centro histórico a lo que se haga en la vieja fábrica. Al ser una pasarela peatonal, podría instalarse sin necesidad de modificar en exceso el entorno (no necesitaría carriles de tráfico, rotondas ni nada por el estilo), regresando a una zona cercana a donde siempre estuvo pero con un nuevo uso y añadiendo un elemento patrimonial más a la dársena del Guadalquivir.
1 comentario:
Buenísima noticia e inmejorable ubicación la propuesta.
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