El imponente estilo neobarroco del Teatro Lope de Vega y Casino de la Exposición siempre se ha relacionado con el barroco levantino por ser la procedencia de su autor, Vicente Traver. Este arquitecto nacido en Castellón (1888 - 1966) llegó a Sevilla al calor de la Exposición Iberoamericana y tras la dimisión de Aníbal González como arquitecto director de las obras, ocupó su lugar, llevando a cabo algunos proyectos como la fuente de la Plaza de España o el Pabellón de Sevilla, formado por el actual Teatro Lope de Vega y su anexo Casino de la Exposición.
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Interior del Teatro Lope de Vega |
A pesar de su relativo pequeño tamaño, el Teatro Lope de Vega es, por estética, lujo y decoración, uno de los espacios escénicos más bellos de España, estando al nivel de otros grandes teatros europeos. Encargado en 1925, la adjudicación del proyecto no se aprobaría hasta enero de 1927, ocupando parte de los terrenos donde se había asentado el convento de San Diego, derribado para permitir la reforma urbana de todo este sector de la ciudad. Como decía al principio, siempre se ha dicho que la inspiración arquitectónica del edificio se asienta en el barroco levantino, si bien al detenernos en algunos detalles vemos que las miras de Traver estaban puestas mucho más al norte, concretamente en el Palacio Garnier de la Ópera de París.
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Interior del Teatro Lope de Vega con sus característicos soportes de la cúpula |
El Teatro de la Ópera de París fue un encargo personal de Napoleón III a Charles Garnier, comenzando las obras en 1861. El edificio se inaugurará el 5 de enero de 1875, ya en época de la III República, sin embargo se convertirá en la principal imagen del II Imperio Francés por su ostentación y en uno de los edificios cumbre del eclecticismo arquitectónico y decorativo. Si su sala de conciertos es desbordante, no lo es menos su espectacular escalera o su foyer inspirado en el Salón de los Espejos de Versalles.
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Sala de espectáculos del Palacio de la Ópera de París |
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Columnas que sostienen el tambor de la cúpula en el Teatro de la Ópera de París |
En la Sevilla de los años veinte plantear un teatro como el parisino carecía de toda lógica, pero Traver sí tomó algunos detalles perfectamente reconocibles que dejan patente la inspiración en la arquitectura de Garnier. El principal elemento que hermana ambos teatros es el tipo de soporte que plantea para sostener la cúpula central de la sala de conciertos, con unas esbeltas columnas de orden corintio que atraviesan los palcos desde el suelo hasta el techo, abriéndose en abanico en el punto donde arranca el tambor de la cúpula. Este tipo de soporte, de gran originalidad, es muy poco frecuente en los teatros de la época, donde normalmente la zona de palcos es corrida y la cúpula se asienta sobre las gradas en una sucesión de arcos o con un sencillo arquitrabe que recorre todo el teatro. Hasta la fecha es el referente más directo que he encontrado en la solución empleada en el Lope de Vega, si bien el resultado es mucho más sencillo y no dispone del despliegue decorativo que podemos ver en París. En cuanto a la cúpula en sí, se podría hablar de ciertos detalles que recuerdan al Liceu de Barcelona, con esas molduras ovaladas decoradas con pinturas.
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Cúpula del Teatro Lope de Vega con la lámpara del desaparecido Teatro Coliseo España |
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Molduras decoradas con referencias a las musas |
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Parte superior de las columnas que se abren en abanico para recoger la cúpula |
Otra referencia al Palacio de la Ópera de París, si bien en esta ocasión algo más lejana, la encontramos en el Casino de la Exposición. Si nos fijamos en la solución empleada en el tambor de la cúpula, con esas pequeñas ventanas que perforan la cubierta para permitir el acceso de la luz, podemos ver cierta referencia al tambor de la cúpula principal del teatro parisino con su decoración a base de molduras de perfil curvo.
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Cúpula del Casino de la Exposición |
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Cúpula de la Ópera de París |
También se podría ver cierto símil entre las columnas que sostienen la cúpula del Casino con las que decoran el foyer (o salón de recreo para los intermedios de los espectáculos) de la Ópera de París, con sus fustes acanalados y esa decoración tan profusa en la parte inferior, que en el caso sevillano se compone de una estructura metálica repujada con incrustaciones de piedras.
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Foyer de la Ópera de París |
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Detalle decorativo de las columnas del Casino de la Exposición de Sevilla |
No quiero terminar esta entrada sin demandar, una vez más, una completa restauración de este edificio. Si bien el Teatro Lope de Vega ha sido intervenido en varias ocasiones para plantear mejoras, a día de hoy las manchas de humedad en el techo de la sala de conciertos son perfectamente visibles. Peor es la situación del Casino de la Exposición, con su cúpula desprovista de su decoración original, los remates cerámicos rotos y multitud de elementos en malas condiciones. El canon que paga la cafetería instalada en uno de los salones del Casino debería servir para mantener el edificio del mismo modo que se podrían plantear visitas guiadas al mismo tal y como se hace en muchos teatros del mundo. Estos ingresos no sólo generarían puestos de trabajo sino que se podrían emplear en mantener el edificio en mejores condiciones a la espera de una puesta en valor de su entorno, también necesitado de una actuación urgente debido a las malas reformas realizadas en los últimos años.
** Cultura de Sevilla cumple hoy nueve años. Muchas gracias a todos los que formáis parte de esta aventura cultural :)
3 comentarios:
Feliz cumpleaños!! De un lector diario, muchas gracias por la labor que realizas Sergio. Un abrazo y ánimo para continuar!
Muy buena entrada. Nunca había reparado en las similitudes que planteas y algunas son muy interesantes. A mí desde luego el Lope de Vega me gusta, sobre todo dentro del mermado contexto teatral sevillano (sin el Coliseo, San Fernando o Llorens activo por citar algunos ejemplos en la memoria colectiva de todos). Resulta a todas luces un teatro fastuoso, quizá sin el encanto de otros teatros andaluces (verbigracia el Cervantes de Málaga y sus depuradas líneas), pero en cualquier caso es digno contenedor teatral en el marco hispalense. Coincido plenamente en que merece mayor atención por parte de las autoridades municipales (la última vez que fui vi desprendimientos de pintura en las plateas situadas en la embocadura del escenario), por no hablar del entorno en el que se ubica tan desangelado y árido. En fin, una entrada muy merecida y ojalá tu voz llegue a buen lugar.
Muchas gracias a ti Juan, por tu felicitación y por dedicarle cada día un ratito al Blog :)
Isaac, el otro día viendo unas fotos de la Ópera de París de repente dije: "anda, si esto me suena". Me puse a buscar fotos de otros teatros para ver si había similitudes y vi que, al menos de entre todos los que vi, sólo nuestro Lope de Vega seguía la estela del de Garnier :)
Gracias por vuestros comentarios!
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