La Golosa, fábrica artesana (imagen) |
Cerraba el post del lunes hablando de que, como individuos, todos tenemos mucho que decir en el cuidado de nuestro Planeta. Frente a las decisiones que toman los líderes mundiales, cada uno de nosotros podemos aportar nuestro granito de arena para hacer de este mundo un lugar más sostenible. Y para ello no hay nada mejor que colaborar para mejorar nuestro propio entorno. Hoy me quiero centrar en el comercio de proximidad. Pasear hoy en día por las principales calles comerciales del centro de Sevilla es hacerlo por escaparates similares a los que pueda haber en Barcelona, Milán o Londres. Las mismas tiendas, los mismos productos. Es la principal consecuencia de la globalización, un efecto que contribuye a enriquecer a unos pocos a costa de la gran mayoría.
La Despensa Ecológica, calle Regina (imagen) |
Frente al consumo globalizado cada vez se está apostando más por el producto local y el comercio de proximidad, aquellos que por el mero hecho de estar más cerca de nosotros son más sostenibles. La explicación es bien sencilla. Si un sábado por la mañana en lugar de coger el coche para acudir a un centro comercial a comprar en una gran superficie, dedicas ese mismo tiempo a pasear por tu barrio para hacer la compra en comercios del mismo, no sólo estás contaminando menos al no usar el coche, sino que favoreces el crecimiento de la economía local y contribuyes a la mejora de las relaciones personales con los comerciantes de tu entorno. Si además optas por consumir productos locales, estarás contribuyendo a la mejora de la economía más cercana, lo que generará un crecimiento del empleo y un ahorro de costes: siempre será mucho más barato y sostenible transportar productos de tu entorno que de la otra parte del mundo. Un ejemplo, si compras la mayonesa Ybarra (con sede en Dos Hermanas) o mermeladas La Vieja Fábrica (con sede en Morón de la Frontera) estarás apostando por la economía local consumiendo productos realizados cerca de ti. Lo mismo ocurre si compras la fruta y las verduras en la frutería de al lado de casa o la carne y el pescado en comercios del barrio. Pero lo más importante es que con un sencillo gesto estás contribuyendo a que esa familia, seguramente vecina tuya, pueda vivir mejor.
Mercado ecológico Verdy, Los Bermejales (imagen) |
Además de fijarnos en la etiqueta del producto que compramos o de frecuentar el comercio de barrio, hay otro paso que podemos dar para contribuir al desarrollo sostenible, comprar determinados productos en comercios donde nos garantizan no sólo la calidad del producto, sino el origen del mismo. En Sevilla hay una gran variedad de tiendas ecológicas y de empresas que te garantizan el consumo de productos locales, algunas con sede física como La Ortiga (calle Cristo del Buen Fin, 4 en el Centro y calle Tigris en Sevilla Este), La Despensa Ecológica (calle Regina, 26), Red Verde (calle Jesús del Gran Poder, 76), La Golosa (calle Muñoz y Pabón, 3) o el Mercado ecológico Verdy (Paseo de Europa, 27) y otras que te permiten hacer el pedido por Internet para luego recogerlo en un punto de la ciudad como Más que lechugas o La Colmena Trianera. Como digo, son sólo algunos ejemplos, pero hay muchas otras tiendas y empresas especializadas en el comercio de proximidad y en productos locales. Siempre habrá quien diga que estos productos resultan algo más caros, pero si indagamos un poquito en cómo, dónde y en qué condiciones obtienen sus productos las grandes empresas sabremos por qué comprar una camiseta es mucho más barato en determinadas tiendas. Un sencillo gesto como es comprar más cerca de nuestra casa teniendo en cuenta el desarrollo sostenible puede hacer mucho por el Medio Ambiente y el comercio local.
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