sábado, 14 de marzo de 2015

El Maestranza acoge el estreno nacional de Dr. Atomic



El Teatro de la Maestranza apostaba fuerte con el estreno nacional de Dr. Atomic y desde luego el objetivo de no dejar a nadie indiferente lo ha conseguido. Pedro Halffter, director artístico del teatro comentaba el otro día en la rueda de prensa de presentación de la ópera que tras la tetralogía de 'El Anillo del Nibelungo' de Wagner se plantearon el reto de traer al Maestranza un título que marcara un antes y un después en la historia del teatro y Dr. Atomic, estrenada hace apenas diez años, podría servir como punto de inflexión en la trayectoria del Maestranza. Todo dependerá de lo que se haga a partir de ahora, si los programadores del Teatro se arriesgan a incorporar cada año un título contemporáneo en la programación operística del Maestranza, Dr. Atomic habrá marcado un antes y un después realmente, pero si el año que viene volvemos a La Traviata, Norma, Tosca y Carmen, el estreno de anoche se quedará como una anécdota dentro de la larga lista de títulos representados en el Maestranza. Eso sí, siempre podremos decir que el estreno nacional fue aquí, en Sevilla, una de las ciudades con mayor relación con la ópera.



He de confesar que tenía muchísimas ganas de asistir a esta ópera. Después de leer sobre ella, de acudir a uno de los ensayos de la Real Orquesta Sinfónica hace dos semanas y de escuchar a Pedro Halffter hablar apasionadamente sobre la historia que encierra, anoche estaba realmente nervioso ante esta nueva experiencia. La primera y única vez que asistí a un montaje contemporáneo de una ópera fue El Holandés Errante, hace ya varios años en Berlín, y la sensación fue tan negativa que me refugié en los montajes espectaculares que normalmente recalan en Sevilla. La ópera no deja de ser la obra de arte total y una escenografía impactante siempre ayuda a que te introduzcas mejor en la historia. El montaje de Dr. Atomic, una producción del Badisches Staatstheater de Karlsruhe (Alemania), logra de manera muy atractiva reproducir, de forma completamente contemporánea, el entorno en el que transcurre la historia. Con una estética sencilla para el espectador (introduciendo el cv de los principales protagonistas o mostrando las inclemencias del tiempo por medio de dibujos) pero compleja escenográficamente mantiene el ritmo durante toda la ópera, mostrando un cambio radical entre el primer y el segundo acto, mucho más dinámico escenográficamente el primero y más sencillo pero efectivo el segundo con el juego de luces y la presencia de un gran número de personajes en cada escena.

Si algo brilla por encima de todo en esta ópera es la partitura de John Adams, interpretada de manera brillante por nuestra Real Orquesta Sinfónica que se puso de nuevo a las órdenes de Pedro Halffter. La música es tan bella y a la vez tan angustiosa que provoca en el espectador un choque de sentimientos que lamentablemente no se termina de apreciar en el formato operístico. Y éste es, para mí, el gran hándicap de Dr. Atomic, el libreto. Si bien escuchar la música es una auténtica delicia por la explosión de sentimientos que produce, el texto enturbia la interpretación de la partitura. Quizás por el corsé de utilizar textos originales, la historia se torna en ocasiones incomprensible, sin entenderse muy bien qué está ocurriendo al mezclar diálogos reales con fragmentos de poemas o escenas escritas específicamente para la ópera. Seguir el desarrollo de la historia se hace bastante complicado precisamente por los diálogos, que, en mi opinión, no están a la altura de la magnífica partitura. A pesar de ello, la ópera tiene momentos de gran espectacularidad vocal. Brillante la interpretación del coro de la Maestranza que desde el primer momento hace vibrar al espectador cada vez que aparece en escena, abriendo y cerrando la ópera de manera magistral. Las voces de Lee Poulis (Robert Oppenheimer) y Jessica Rivera (Kitty Oppenheimer) son de gran belleza, teniendo ambos momentos de gran lucimiento vocal a lo largo de la ópera (el aria de él al final del primer acto es realmente bella). Destacable también la presencia de Jovita Vaskeviciute, mezzosoprano que interpreta a Pasqualita, la niñera india que trabaja para los Oppenheimer y que en el segundo acto actúa como verdadero eje central de la historia mostrando los horrores del experimento científico que se estaba llevando a cabo.

Dr. Atomic llega a Sevilla en un momento en el que se programan tan pocas óperas que es muy arriesgado económicamente apostar por un título contemporáneo cada año, sin embargo es un reto que el Maestranza como ente público, debería asumir. Quizás ha llegado el momento de sumar un nuevo título a la programación operística del Maestranza de modo que se pudiera llegar a las cinco óperas por temporada siendo una de ellas contemporánea. Es la única manera de crear públicos e ir acostumbrando al espectador a montajes más actuales, tan válidos como cualquier otro del repertorio operístico internacional. Dr. Atomic se volverá a representar los próximos lunes y miércoles, habiéndose puesto a la venta entradas de última hora para los menores de 26 años con el objetivo de acercar al público más joven al Maestranza con precios que oscilan entre los 11 y los 27 euros. 

2 comentarios:

Peli-Roja dijo...


Una excelente crónica; yo no me arriesgo sin embargo a ver óperas modernas, hay demasiados horrores en el mundo moderno, y no hablo solo de bombas sino de esos montajes horrorosos que se llevan... (aunque parece que este no es el caso)

Cierto es que Traviata, Carmen, etc. se repiten demasiado. Yo sin embargo quisiera poder ver más ópera BARROCA, que está bastante olvidada. (Hace un par de años estrenaron "La princesa de Navarra" de Rameau pero era solo en versión concierto)

Lo mismo sucede con la ópera rusa o eslava, donde hay cosas maravillosas que pocas veces se programan.



Sergio Harillo dijo...

La Orquesta Barroca anunció que a partir de esta temporada pretenden programar cada año una ópera, iniciando el ciclo La Serva Padrona de Pergolesi, que se representará en el Lope de Vega el 25 de mayo, si bien también será en versión concierto. Te dejo el enlace con la información:

http://www.orquestabarrocadesevilla.com/2015-05-25-la-serva-padrona-g-b-pergolesi-andreas-spering-m-keohane-f-zanassi-temporada-en-sevilla-201415/

Coincido contigo en que Sevilla podría contar con una programación cultural mucho más amplia, lamentablemente la economía local está tan, tan mal, que dudo que la ciudadanía pudiera soportar una programación mayor. Estoy convencido de que Sevilla no dará un paso hacia adelante en el terreno cultural hasta que la economía de la ciudad no sufra un cambio radical. Y eso, lamentablemente, no depende de que se inauguren nuevos mercados gourmets, sino de que haya un tejido empresarial muchísimo más rico y variado.

Saludos!