El pasado mes de octubre comenzaban las labores de restauración del monumento dedicado a Miguel Mañara, renovador de la Hermandad de la Santa Caridad en el siglo XVII. La escultura se encuentra en los Jardines de la Caridad, justo frente al Hospital que Mañara reformó dándole su apariencia actual hace más de tres siglos.
El monumento está compuesto por un basamento de piedra que sostiene una formidable escultura en bronce, obra póstuma de Antonio Susillo (1857-1896). La pieza es una réplica de la que decora, esta vez en piedra, la fachada norte del palacio de San Telmo, donde intervino Susillo realizando una galería de sevillanos ilustres entre los que se encuentra Mañara.
Tal y como recoge la placa conmemorativa del monumento, éste fue instalado en 1902, cinco años después del fallecimiento de Susillo. La escultura de Mañara es por tanto una de las últimas obras realizadas por el escultor y en ella se pueden observar diferentes características propias de su producción, como la colocación de un pie fuera de la peana para dar mayor movimiento y realismo a las figuras, el recogimiento y expresividad del rostro de la figura principal (la del enfermo que porta en brazos es prácticamente imposible de ver desde el suelo) o la extraordinaria calidad de los ropajes, de gran naturalismo.
La escultura de Miguel Mañara de Antonio Susillo es una muestra de la calidad que alcanzó el monumento conmemorativo en Sevilla en la segunda mitad del XIX, un tipo de estatuaria que se sigue repitiendo hasta la saciedad en la actualidad pero que en absoluto logra la calidad y perfección artística de la obra de Susillo. Con la restauración de esta escultura el Ayuntamiento da un paso más en la labor de recuperación del patrimonio público monumental, una de las principales líneas de actuación tanto de este Gobierno como del anterior.
2 comentarios:
Interesante el post y enhorabuena al equipo de restauración por el trabjo efectuado.
En pocos días terminarán las obras de restauración en otros dos monumentos, la fuente de la Glorieta de San Diego (prácticamente terminada, sólo hay que quitarle la valla) y la Cruz de Cerrajería de la Plaza de Santa Cruz.
¡Saludos!
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