Hace unas semanas hablábamos en el Blog sobre la calle Imagen y la intención municipal de aumentar la protección de sus edificios en el nuevo Plan específico de esta zona de la ciudad. La arquitectura moderna no suele tener muchos adeptos en Sevilla, siendo considerada la culpable de la gran pérdida patrimonial de los años 50, 60 y 70. Quizás por estar demasiado cercana a nosotros en el tiempo o por su total ruptura con elementos historicistas reconocidos por todos, la ciudadanía suele ver con malos ojos una arquitectura que, no obstante, va camino de cumplir el siglo de vida.
En Sevilla tenemos muy buenos y tempranos ejemplos de arquitectura moderna. El mercado de la Puerta de la Carne, diseñado por Gabriel Lupiáñez Gely y Aurelio Gómez Millán en los años veinte del siglo pasado tal vez sea uno de los primeros ejemplos, pero tenemos también otros edificios que ya forman parte del paisaje de la ciudad. Es el caso del edificio de la calle Rodríguez Jurado, frente al antiguo Coliseo España, construido entre 1935 y 1936 para el conde de Ibarra por José Galnares Sagastizábal. El edificio, de hasta siete plantas dialoga a la perfección con la casa de Espiau que tiene a su lado formando una línea de fachada sumamente interesante con el resto de edificios más historicistas de la manzana. La limpieza a la que fue sometida esta fachada hace unos años y la ausencia de tráfico en la Avenida de la Constitución tras su peatonalización ha permitido que el edificio se exprese en toda su pureza arquitectónica, sin añadidos ni distorsiones. Un tratamiento similar en los edificios de la calle Imagen supondría, sin duda, una revitalización de la misma y una mejora en la concepción de su calidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario