lunes, 10 de noviembre de 2014

Marqués de Contadero contará con una nueva imagen para el Turismo


La remodelación del Paseo Marqués de Contadero y los locales anexos es un proyecto del que lleva hablándose desde hace años. El Plan Turístico de Sevilla, participado por Junta y Ayuntamiento, ya previó más de cinco millones de euros hace unos años para su ejecución, pero diferentes problemas burocráticos y sociales han dilatado una actuación que cambiará para siempre la imagen que tenemos de este espacio de la ciudad.




El principal objetivo de este proyecto es adecentar y reurbanizar todo el paseo con la excusa de ubicar en él los servicios centrales de Turismo de la ciudad. Tras la remodelación, el Paseo Marqués de Contadero se convertirá en el principal centro de recepción de visitantes de la ciudad con un punto de atención turística y dos espacios dedicados al flamenco y a las tapas. La principal crítica que se le podría hacer a este proyecto es que ha expulsado a varias entidades sociales y deportivas locales para terciarizar un espacio que en teoría es de todos. Cuando acaben las obras ya no habrá carril bici en el paseo (se traslada al Paseo Colón), ni zona deportiva (se elimina el suelo actual para colocar adoquines lo que dificultará la práctica deportiva) pero a cambio tendremos quioscos, bares, veladores... lo que tanto gusta a nuestro Ayuntamiento.



Para ganar en visibilidad y apertura hacia el río, los arquitectos de la Gerencia de Urbanismo plantean cambiar radicalmente el concepto clasicista de muelle que se planteó en los años setenta. El despiece de sillares que vemos hoy en día en la parte inferior, las barandillas de forja, así como las farolas, serán sustituidas por una imagen más moderna donde primará el acero y el vidrio. Parece ser que lo del mobiliario contemporáneo sólo molesta en la Alfalfa y no en otros puntos del casco histórico. Otra de los grandes cambios que se llevarán a cabo será la eliminación de vegetación para abrir los oscuros locales al río, de forma que la luz entre por las grandes cristaleras que se instalarán. En los renders realizados en la Gerencia desaparecen hasta los árboles que hay junto al río, esperemos que sea una licencia artística y no se llegue a tanto o estaríamos ante una nueva y agresiva tala a las que parece haberse aficionado el Ayuntamiento en los últimos meses.


La comunicación entre los distintos niveles se realizará por medio de unas rampas helicoidales que facilitarán el tránsito entre el Paseo de Colón, el nivel intermedio dónde se instalarán los quioscos con veladores y la zona de muelle por donde se accederá a las oficinas turísticas y a los centros dedicados al flamenco y a la tapa. Si bien la idea general de este proyecto heredado de la etapa Monteseirín persigue una mejora urbana, el resultado deja bastante que desear, tanto por la tipología elegida como por los usos contemplados. No podemos olvidar que en estos locales había una agrupación musical, un club de piragüismo, una sala de exposiciones, los almacenes del Banco de Alimentos... instituciones y entidades que han sido desalojadas sin contemplaciones en post del turismo. Llegados a este punto cabría preguntarse si una ciudad debe ser regida para sus ciudadanos o para los visitantes.



Imágenes de Sevilla21 tomadas del proyecto de la Gerencia de Urbanismo

4 comentarios:

gaara_jeik dijo...

Sinceramente no creo que se llegue a hacer y en mi opinión es una idea un tanto mala. Esta parte del río esta bastante bien, se podría adecentar e innovar pero no cambiarlo entero, prefiero que se invierta en el tramo que hay paralelo a Torneo que se le podría sacar muchísimo partido. Supongo que lo que prima es el dinero y esa zona de torneo no es especialmente turística, por lo que no interesa.

Sergio Harillo dijo...

Coincido contigo, hay tramos del río que necesitan una inversión mucho más urgente, como el Paseo Juan Carlos I. Marqués de Contadero es, probablemente, la zona del río mejor conseguida y con mayor uso ciudadano por la buena calidad de la actuación y precisamente porque no hay quioscos ni veladores, lo que hace que la ciudadanía lo pueda utilizar para pasear, hacer deporte o simplemente sentarse a contemplar el río.

La actuación me parece un despropósito por innecesaria, porque ha expulsado a entidades ciudadanas y porque supondrá la venta de un espacio que es de todos al turismo, que parece que es por lo único que se mueve esta ciudad.

Lo peor de todo es que sí que se va a hacer, hay necesidad de vender algo de cara a las municipales y este proyecto tiene todas las papeletas.

¡Un saludo!

Unknown dijo...

Pese a no tener una fuente objetiva para saber en qué se terminará convirtiendo esta parte de la ciudad, estoy bastante en des-acuerdo con el blog. Me explico. Por un lado, estoy totalmente a favor de mantener usos propios de cualquier ciudad europea en el lugar donde se merece. Es decir, no podemos menospreciar a un club de piragüismo por "ocupar" un espacio que es PREFERENTEMENTE (no sé exactamente para quien) para los turistas. El deporte, junto con otros usos dedicados a la ciudadanía atrae a turistas. No por el hecho de que cualquier "guiri" pueda coger una piragua, una heineken y tirarase al río, sino porque es una fuente de riqueza para la ciudad. Serán los mismos habitantes de Sevillas, horiundos o no, los que poblarán esa zona. Al igual que con otros servicios esenciales como la música... Ahora, en una ciudad en la cual estamos descubriendo el turismo a 2015 con el potencial del puerto para cruceros, los repuntes que están teniendo el aeropuerto... no es difícil pensar que al menos algún espacio de los que forman unos de los espacios con más posibilidades de nuestra ciudad debería estar dedicados a ellos. Espacio polibalente, que lo llaman en la escuela. Cambiante, que pueda absorber desde una exposición de paneles (como en el paseo de la constitución), carreras de deportes, como tomar un refresco, por qué no. Pero todo ello, asociado a una nueva imagen que, aunque personalmente no la considero fundamental, puede que sea requerida para compajinar esos usos que parece que van a desaparecer con otros distintos.

En la parte que estoy en desacuerdo: cómo podéis decir que el mobiliario no será adecuado por el simple hecho de que va a ser "moderno". Es obvio, que en pleno siglo XXI colocar farolas de estilos manidos es una falsedad. Estamos en la era de la tecnología; la piedra en la época clásica ha dado el testigo del poder al acero y el vidrio. Este cambio ha sido, y es, fundamental para comprender la arquitectura contemporánea. No podemos pretender vivir siempre mirando al pasado, ese es uno de los problemas que siempre encuentro en mi ciudad. Nunca se sabe con qué quedarse. ¿Qué capa de la historia es la que se debe mantener?

Sergio Harillo dijo...

En realidad estamos bastante de acuerdo. Particularmente soy defensor del mobiliario de corte contemporáneo básicamente porque estamos en el año 2015 y lo lógico es que utilicemos mobiliario de nuestra época, como he indicado en varias ocasiones en el Blog. En el caso concreto de Marqués de Contadero a lo que me refiero es que, personalmente, no le veo sentido a invertir 7 millones de euros en una zona que presentaba una imagen adecuada y que funcionaba en la actualidad. Si la obra se hiciera nueva ahora, entraría a valorar el diseño elegido, la crítica viene cuando se destruye un entorno estéticamente agradable por algo nuevo por el simple hecho de gastar un dinero de una subvención.

En cuanto a lo otro que comentas, como dices, lo ideal es que en un mismo espacio podamos convivir todos, desde los habitantes de la ciudad hasta los que nos visitan, de ese modo se crea riqueza y se genera un diálogo enriquecedor. El problema viene cuando para apostar por un sector concreto como el turismo despojas a la ciudadanía de unos espacios que venían utilizando desde hace años sin ofrecer alternativas por el simple hecho de que "el turismo genera beneficios económicos".

Espero haberme explicado mejor :)

¡Un saludo!