La avenida de María Luisa permaneció ayer domingo cortada durante toda la mañana por las labores de poda en los dos grandes ficus que hay junto al Costurero de la Reina y la Biblioteca Provincial. No es la primera vez que se podan estos árboles (ya han sido podados varias veces en los últimos años) pero es la primera vez que lo contemplo en directo y viendo cómo se podan los árboles en Sevilla entiendes muchas cosas. Sin entrar a valorar si la poda es oportuna en esta época o si era necesaria, algo que deberían decidir los expertos, resulta sorprendente el poquísimo tacto con que se dejaban caer las ramas de un considerable peso desde una altura de diez o quince metros. En su caída, las gruesas ramas arrasaban las jacarandas que están debajo, destrozando y partiendo sus ramas.
Me imagino que tiene que ser muy complicado podar un árbol de esta altura y los medios a disposición de los operarios quizás no eran los más adecuados, pero ¿no había otra manera de descender las ramas cortadas sin necesidad de dejarlas caer a plomo sobre las jacarandas? Tras el día de ayer las jacarandas, que no tenían culpa de nada, presentan ramas rotas y partidas. Si no se tratan estas heridas, serán un foco de enfermedad para el propio árbol que terminará enfermando y pudriéndose, siendo más proclive a que en días de viento se caigan las ramas enfermas. Desde el Ayuntamiento se repite una y otra vez que las zonas verdes están mejor que nunca gracias al macrocontrato de 48 millones de euros que se repartió entre diferentes empresas. Quizás habría que dotar de más medios a los operarios que ejercen estas labores y mirar un poco más por el bienestar de nuestros árboles.
2 comentarios:
Leo una y otra vez estas denuncias que nos duelen a los amantes de los árboles, pero al mismo tiempo se siente mucha impotencia.
En algún sitio leí "el ayuntamiento cede ante la presión ciudadana", y luego vi una foto donde protestaban media docena de personas de un grupo ecologista.
Realmente y al margen de estos grupúsculos ¿que presión hace el ciudadano, o qué presión se podría hacer si hoy nadie se mueve por nada?
Pero algo habría que hacer...
contra ESTOS CRÍMENES DIARIOS.
Interesante reflexión, Peli-Roja.
Todos tenemos mucho que hacer y aprender. El primero, el Ayuntamiento, que no puede por ejemplo negarse a entregar unos informes públicos a Ecologistas en Acción cuando se solicitan, o rechazar todas las alegaciones que presenta la ciudadanía por el simple hecho de no estar de acuerdo con ellas, o sólo hacer caso a determinadas asociaciones de vecinos porque tienen una buena relación con miembros del Gobierno aunque el resultado final no sea de interés general.
¿Qué podemos hacer los ciudadanos? Es difícil, pero podemos empezar por concienciar a los ciudadanos que tenemos al lado. Cada uno podemos hacer mucho por nuestro medio ambiente, desde ahorrar energía hasta tener flores y plantas en tu balcón para contribuir no sólo a la mejora estética del mismo, sino a la creación de oxígeno.
¿Quiénes son los que más pueden hacer? Sin duda los medios de comunicación, en sus manos está informar a la ciudadanía. ¿Cuántas veces hemos escuchado a algún vecino quejarse porque nadie "poda los árboles de su calle para que crezcan más fuertes"? Esta idea, tan extendida como falsa, hay que modificarla e informar a los ciudadanos de que las podas agresivas no hacen que el árbol crezca más fuerte, sino que lo condenan a enfermar y seguramente terminarán cayéndose sus ramas en un día de viento. Hay que informar para que la gente sepa valorar con criterio y así pueda exigir a sus gobernantes que actúen de forma correcta.
No existe una varita mágica, como ciudadanos poco podemos hacer en este y otros muchos temas.
Un saludo
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