sábado, 27 de septiembre de 2014

El Ayuntamiento aprueba el proyecto para Altadis


Se acercan las elecciones y el actual alcalde necesita balones de oxígeno para presentarse ante una ciudadanía que mayoritariamente no ha notado mejoría alguna en la ciudad en los últimos cuatro años. Hay que vender proyectos como sea y sacarlos adelante aunque con ello se hipoteque el futuro de la ciudad. El proyecto para la parcela de Altadis en Los Remedios se vendió como un acuerdo ideal entre propiedad y Ayuntamiento, pero conforme se han ido conociendo los detalles, lo que parecía idílico no lo es tanto.



Ayer se aprobó en pleno el convenio urbanístico que divide la parcela en dos partes, una para uso municipal y otra que se quedará en manos de la tabaquera. El Ayuntamiento recibirá la capilla de las Hermandad de Las Cigarreras y el edificio principal de la fábrica tal cual está. ¿Qué hará con él? ¿Cuánto costará rehabilitarlo? Es una incógnita. Se habla de equipamientos para el barrio, un gran centro de arte... pero lo cierto es que habrá que esperar a un hipotético concurso internacional de ideas para saber qué se instalará en este enorme edificio. Desde el Ayuntamiento se asegura que la ciudad recibe completamente gratis estas instalaciones pero en realidad rehabilitar el edificio y dotarlo de contenidos costará varios millones de euros que saldrán, evidentemente, de las arcas municipales, a no ser que se opte por privatizar el edificio en cuanto recale en manos municipales.


El resto de la parcela se la quedará Altadis que podrá demoler los edificios y venderla al mejor postor. ¿Especulación? Sí. Se trata de un suelo industrial que vale "x" pero con el cambio en el Plan General que se quiere introducir su precio se multiplicará. La jugada para Altadis es redonda ya que estos terrenos los heredó y ahora los venderá ganando una interesante plusvalía. ¿Qué se podrá construir en esta zona? Lo que se suele hacer en Sevilla, centros comerciales y edificios terciarios (hoteles y/u oficinas)


Una de las grandes sombras del polémico convenio es que se da vía libre a intercambiar los terrenos existentes. El Ayuntamiento ha abierto la posibilidad a que haya una permuta de terrenos de forma que los nuevos edificios se construyan en lo que ahora son los Jardines de Manuel Arellano. ¿Qué pasará con los árboles? ¿A quién le importa? Se quitan y ya está. El alcalde asegura que no se van a perder metros cuadrados de zonas verdes puesto que se repartirán por otras zonas de la parcela pero lo cierto es que esos árboles con varias décadas a sus espaldas desaparecerán y por mucho que se planten nuevos, el daño estará hecho. Insistimos, los árboles no son farolas, no se pueden cambiar como si fueran mobiliario urbano.


El Ayuntamiento busca, ante todo, dar una salida a unos terrenos que se han enquistado en la ciudad. Es cierto que Altadis es un problema y que hay que buscarle una solución pero, ¿es esta la mejor? Frente al proyecto municipal han surgido voces que optan por otro modelo, que consiste en rehabilitar los edificios existentes (no se demolería ninguno), poniéndolos en valor y al servicio de la ciudadanía. ¿Cómo? Pues acogiendo equipamientos públicos o industrias limpias, centros de investigación, etc. Crear empleo cualificado y no más hoteles, bares y centros comerciales. Altadis, como propietaria de los terrenos (algo que parece no estar del todo claro pues las escrituras de propiedad podrían no estar a nombre de la tabaquera) tiene derecho a una contraprestación, por supuesto, pero se le podría compensar con solares en otra parte de la ciudad o buscar un justiprecio con el valor real de la parcela.


Desde el Ayuntamiento no quieren ni oír hablar de esta opción como ha quedado demostrado en el rechazo de todas y cada una de las alegaciones planteadas por partidos políticos, entidades y asociaciones a este plan. Zoido habla de transparencia, diálogo, debate... pero la realidad dice todo lo contrario. Y es una pena porque este espacio de la ciudad puede aportar muchísimo más que otro centro comercial que, por cierto, causaría un tremendo caos de tráfico en la calle Juan Sebastián Elcano.


A apenas ocho meses de las elecciones y cuándo es prácticamente imposible saber qué pasará y quién gobernará la ciudad durante los próximos cuatro años, sería interesante que desde el Gobierno municipal se buscara el consenso y el interés general. Sacar adelante proyectos de este tipo en la recta final de un mandato puede tener un gran tirón mediático pero en realidad lo que hace es hipotecar al próximo gobierno de la ciudad y de eso debería saber bastante el alcalde tras las facturas que siguen apareciendo del Metropol Parasol. Un buen gobernante debería buscar siempre la máxima limpieza para evitar sorpresas posteriores.


> Todas las imágenes pertenecen a los Jardines de Manuel Arellano que podrían desaparecer cuando se desarrolle el proyecto para Altadis.

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