La iglesia de San Benito, en la calle Luis Montoto, luce desde hace unas semanas su torre completamente restauradas tras las labores realizadas por la Parroquia. Esta iglesia es el único testigo que ha sobrevivido del convento de San Benito de Silos, fundado tras la conquista castellana de la ciudad bajo la advocación de Santo Domingo de Silos, por ser éste el lugar de dónde procedían los monjes benedictinos que lo habitaron.
Fue ya en el siglo XVI cuando el convento tomó el nombre por el que se le conoce hoy en día, época en la que sufrió diversas reformas que culminarían con las obras de la nueva iglesia, diseñada por Juan de Oviedo y construida por Andrés de Oviedo entre 1610 y 1612. De los primeros años del XVII es por tanto la torre, que ha sido remodelada en repetidas ocasiones debido a su mal estado, de ahí que en la clave de uno de los arcos podamos ver en azulejo la fecha de 1952, año en el que seguramente se llevó a cabo la última intervención previa a la de estos meses.
La portada lateral de la iglesia, la que da a la calle Luis Montoto, es muy interesante pues nos permite conocer el nivel de la antigua calle Oriente cuando se construyó el templo, al que ahora hay que bajar por medio de una serie de escalones. Se trata de una portada del siglo XVIII rematada por un paño de azulejos que representa a la Virgen de Valvanera. La portada principal del edificio, más sencilla arquitectónicamente, tiene al titular del templo en su ático.
La torre, muy sobria, como corresponde a un cenobio benedictino, se compone de una serie de pilastras que enmarcan los vanos de cada uno de los lados, rematándose el conjunto con un chapitel de azulejos vidriados azules y blancos además de una serie de florones con la Cruz. Con esta intervención la calle Luis Montoto recupera uno de sus símbolos visuales junto con el acueducto y los diferentes edificios regionalistas que la jalonan.
- Bibliografía: Iglesias de Sevilla, de Manuel Jesús Roldán (págs. 271-273)
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