El Ayuntamiento ha concluido recientemente las labores de restauración y limpieza que se han llevado a cabo en la sede del Laboratorio Municipal. El edificio, construido entre 1911 y 1912 por el entonces arquitecto municipal Antonio Arévalo Martínez, fusiona diferentes elementos estéticos de la arquitectura de la época, como el Modernismo, dando como resultado una decoración ecléctica que bebe de distintas fuentes. El estado de conservación de la fachada es más que aceptable, si bien se han perdido los elementos escultóricos que proyectó el arquitecto sobre la entrada principal y que le otorgaban un mayor dinamismo al eje central de la fachada.
Tras las obras, se ha colocado en su fachada principal un cartel donde se narra la creación de esta institución a finales del siglo XIX, sus fines y el interés municipal por mejorar la higiene de la ciudad en aquella época. También se aportan datos sobre el propio edificio y el arquitecto. Una interesante iniciativa que también se ha instalado en las columnas de la calle Mármoles y que debería extenderse a otros monumentos para ofrecer información acerca de los mismos al margen de lo que pueda aparecer en las guías turísticas.
Una lástima que no se haya aprovechado la intervención para retirar las farolas que hay en la fachada y que podrían haber sido sustituidas por otras exentas que no entorpecieran la contemplación de los elementos decorativos de la misma, en especial la que hay justo encima de la puerta de ingreso.
Enlace a la web del Laboratorio Municipal
2 comentarios:
Conozco el magnifico edificio. Ya era hora de que le adecentaran. Sí, esa farola que tiene no sólo entorpece la vista, sino que no es apropiada para el tipo de edificio.
Por cierto, en mi blog, tengo una cosa para el tuyo.
Amistosamente.
Mari Carmen
Muchas gracias por tus palabras en tu Blog, Mari Carmen :)
Un saludo,
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