El Consulado de Colombia en Sevilla acoge hasta mañana martes el encuentro de emprendedores denominado Loving Art, una oportunidad magnífica para conocer su sede, el Pabellón de Colombia de 1929, por dentro.
La construcción de pabellones para la Exposición Iberoamericana de 1929 siguió dos vías diferentes, algunos países convocaron concursos nacionales eligiendo arquitectos autóctonos para el diseño de sus edificios y otros, como es el caso de Colombia, optaron por arquitectos sevillanos. Sin embargo, en uno y otro caso, la estética fue muy similar, una arquitectura ecléctica que bebía de las civilizaciones prehispánicas y las entroncaba con la tradición española.
El Pabellón de Colombia fue diseñado por José Granados de la Vega, autor de otros edificios como los pabellones de Guatemala, el del Tabaco, el de Hidroelectricidad o el de la Prensa (actual Colegio España), además de diferentes espacios públicos y monumentos como la Fuente de la Hispanidad.
La estética del edificio se inspira en la arquitectura religiosa tradicional colombiana, en especial la región de los Quimbayas, una civilización prehispánica que tuvo un gran desarrollo cultural hacia el siglo X y de la que se conservan espléndidas piezas realizadas en oro. El exterior del edificio, con sus dos altas torres, tiene cierto aire de edificio religioso mientras que el interior se organiza en torno a un patio columnado siguiendo la tradición hispalense. En la decoración escultórica sí que hubo mano de obra colombiana ya que se encargó de la misma el escultor Rómulo Rezo, diseñador de la iconografía del Pabellón, con sus frisos cerámicos y sus relieves de inspiración natural y vegetal.
En el interior del edificio se puede contemplar una gran variedad de relieves, desde las libélulas que decoran las esquinas del patio hasta los guerreros de las jambas de las puertas o las máscaras en las que apoyan los arcos de medio punto.
Una joya del patrimonio histórico artístico sevillano que no siempre está a disposición del visitante.
1 comentario:
Muchas gracias por las fotos. Lamento haberme enterado tarde y no haber podido asistir, ya que me hubiera encantado ver el edificio además de las iniciativas comerciales allí expuestas. Por si le interesa a partir de este mismo jueves hay otro mercadillo de este tipo en el museo de carruajes, y a ese si que quiero ir. Un saludo y gracias como siempre por la labor!
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