Durante la campaña electoral el actual alcalde prometió convertir el abandonado mercado de la Puerta de la Carne en el pompidou sevillano, una suerte de macro espacio cultural donde el arte contemporáneo y las nuevas tecnologías se dieran la mano para mostrar al mundo la realidad artística más actual.
Pero los sueños electorales pasaron por la trituradora y han terminado derivando en algo completamente distinto. Con el gobierno anterior se puso en marcha un proyecto para convertir las naves del barranco en un mercado gourmet, un espacio en el que se ofreciera una alternativa al mercado tradicional mediante la venta de producto delicatessen. El espacio no podía ser mejor, a mitad de camino entre Triana y el Centro y con un amplio espacio al aire libre contiguo para poder instalar lo que tanto nos gusta, una terraza con veladores. Ya en la era Zoido el proyecto salió adelante y hubo una lucha entre varias empresas por hacerse con la concesión, un rifirrafe que encendió una bombilla en el Ayuntamiento. Si hay empresarios interesados, ¿por qué hacer un solo mercado gourmet y no varios? Y la idea corrió como la pólvora, sólo hacía falta encontrar otro edificio en desuso, bien situado y a poder ser, que estuviera en mal estado, para que la remodelación quede en los anales de la historia de esta ciudad. El elegido fue el abandonado mercado de la Puerta de la Carne, de dónde huyeron los placeros por su mal estado y a donde no quieren volver.
Cuando aún no ha empezado a funcionar el mercado gourmet de las naves del Barranco (y lo que le queda) el Ayuntamiento ya ha sacado a licitación el de la Puerta de la Carne, con un proyecto que incluye la recuperación del edificio y deja la puerta abierta a que haya una sala de exposiciones (será por aquello del pompidou....), eso sí, el aparcamiento subterráneo se ha caído del lote, era demasiado caro. El proyecto sale a licitación por unos cinco millones de euros y el afortunado podrá explotarlo los próximos cuarenta años. ¿Quién dijo privatización del patrimonio público?
Si estos dos proyectos llegan a buen puerto, Sevilla contará con tres mercados gourmet en el centro histórico. ¿Dónde está el tercero? Pues en el Corte Inglés, que, una vez más, ha sido el más rápido y ante una idea de negocio ha querido explotarla en primicia: la última planta del centro comercial del Duque ya está en obras para abrir en Navidades con siete puestos delicatessen y con un gran valor añadido, la terraza mirador que permitirá contemplar el centro histórico desde las alturas.
¿Puede Sevilla acoger tres mercados de este tipo cuando lo que más está proliferando últimamente son los establecimientos de comida low cost? ¿No sería mucho más sensato apostar por un determinado proyecto y no lanzarse a nuevas aventuras antes incluso de comprobar cómo funcionan? Sólo el tiempo dirá si estamos ante una magnífica idea o simplemente una rápida manera de buscarle rentabilidad a estos edificios históricos.
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