Barbara Weil. Pabellón de Estados Unidos
La Exposición Universal de 1992 supuso una revolución en cuanto a arte contemporáneo en espacios públicos. El recinto de la Cartuja se llenó con piezas de artistas internacionales de gran prestigio que participaron en la decoración de calles, plazas y jardines. A día de hoy algunas de estas obras permanecen en la Cartuja, pocas en su emplazamiento original y menos aún en buenas condiciones. Con esta entrada empezamos el paseo por el recinto para descubrir por dónde iban los derroteros del arte público a principios de los años noventa del siglo pasado.
Brigitte Schwack. Sin título. Alemania
La explanada delantera del Monasterio de la Cartuja alberga el mayor número de piezas. Se trata de nueve esculturas e intervenciones que pertenecieron a diferentes pabellones. Las obras fueron restauradas entre 2005 y 2006 gracias a un convenio de colaboración entre el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y la Gerencia de Urbanismo y estuvieron a cargo del restaurador Carlos Núñez Guerrero. La mayoría de las obras formaron parte de la exposición 'Doce países' realizadas por artistas de los países que integraban en aquél momento la Comunidad Económica Europea. De las doce esculturas, Reino Unido, Holanda, Dinamarca, Francia y Grecia se llevaron sus respectivas piezas, el resto se quedaron aquí y, años después de su restauración, presentan un estado muy mejorable. Además, las esculturas de Bárbara Weil (Estados Unidos) y Jafar Islah (Kuwait) también forman parte del conjunto procedentes de los pabellones de ambos países.
Luk van Soom. Bélgica
Bertrand Ney. Luxemburgo
Nunzio. Italia
Rui Chafes. Portugal
Antoni Abad. 'Mil veces dócil'. España
Maurice MacDonagh. Irlanda
Ilya Kabakov. El plato azul
El Comité organizador de la Exposición Universal también puso en marcha el proyecto 'Arte actual en Espacios públicos' que consistió en encargar una serie de obras para diferentes calles, plazas y jardines. Grandes artistas de renombre internacional se encargaron de dotar a la Cartuja de un paisaje escultórico único en el mundo. Lamentablemente, algunas de estas obras prácticamente han desaparecido mientras que otras se han restaurado recientemente y gran parte están repartidas por colecciones y museos de todo el mundo.
La que peor estado presenta es 'El plato azul' del artista ucraniano Ilya Kabakov. Esta intervención constaba de dos elementos, un panel en el que una mujer sostenía un plato de cerámica junto a la cabeza de un burro y una serie de postes de madera con textos alusivos a la obra. Actualmente está tan destrozado que la obra es irrecuperable.
Terminamos esta parte del reportaje con 'Europa en el corazón', la pieza de Ludmilla Tcherina que durante años estuvo en muy mal estado hasta que el año pasado fue sometida a un proceso de limpieza y consolidación. Por desgracia, ya empieza a mostrar signos del paso del tiempo con grietas y pintura descascarillada.
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