El Ayuntamiento ha aprobado las nuevas tarifas para acceder a los Reales Alcázares, aumentando en 0,25 euros su precio hasta los 8,75€. La medida sorprende cuando se anuncia que, a pesar del descenso en el número de visitantes, se ha conseguido duplicar el beneficio por eventos particulares y privados celebrados en el recinto.
Suele ser una medida muy generalizada el aumentar los precios de algo cuando baja el consumo. Sin embargo, lo que se suele conseguir es un efecto contrario al deseado. Si el número de visitantes del Alcázar ha descendido puede ser por dos motivos; el primero es que el volumen de turistas llegados a Sevilla ha descendido, por lo que hay menos gente para visitarlo y el segundo es que tal y como están las cosas, el visitante busca lo más barato y visitar los dos principales monumentos de la ciudad sale muy caro (8 euros la catedral y hasta ahora 8,50 el Alcázar). Además a nadie se le ocurre la posibilidad de vender un ticket conjunto para los dos edificios y la opción de la Sevilla Card sigue siendo poco aconsejable por su precio (33 euros la tarjeta 24 horas que incluye dos museos de la ciudad).
Nos encontramos por tanto con un menor volumen de turistas que llegan a Sevilla en vuelos de bajo coste y dispuestos a gastar lo mínimo posible. ¿De verdad aumentar el precio de la entrada es la mejor forma de conseguir ingresos? Es evidente que no.
El Ayuntamiento no querrá ni oír hablar de una bajada de precios, pero es que quizás sea la única medida para estimular la visita. Contamos con un hándicap añadido, un buen número de visitantes que llegan a Sevilla son reincidentes. ¿Esto qué quiere decir? Pues que si ya han estado en Sevilla, lo más seguro es que ya hayan visitado tanto el Alcázar como la Catedral, lo que más se promociona de la ciudad, por lo tanto no los va a visitar de nuevo.
¿Qué se podría hacer? Pues una de las primeras medidas que se deberían tomar, si es que el Alcázar no es rentable ahora mismo (que lo dudo) es buscar otras fórmulas para pagar las obras que se hacen en las Casas Consistoriales, un importe que ahora mismo sufragan las arcas del Alcázar. Por otro lado, se podrían establecer horarios con un precio menor, un día a la semana o una franja horaria determinada. También se podría recurrir a patrocinadores privados como hacen El Prado o el Thyssen de Madrid. Cualquier fórmula sería más positiva que aumentar el precio de la entrada que lo único que consigue es asustar al posible visitante.
Fuente: Diario de Sevilla
1 comentario:
Completamente de acuerdo. Creo que los turistas extranjeros podrían llegar a pagar por ello, pero los que vienen de otras partes de España me parece que se ahuyentarían ante tal "crimen" económico. Está bien que cobren pero 8 euros por la catedral y casi 9 para el alcázar? Yo podrían unos 10 a ambas cosas conjuntamente y así cambiaría un poco la cosa.
Creo que más que conseguir turistas, les ahuyentan ante tal salvajada económica.
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