Una vez más, las obras de remodelación de una calle son la excusa perfecta para arrasar con los árboles que la decoraban. En esta ocasión se trata de la calle Virgen de Begoña, en Los Remedios, que actualmente está en obras para renovar sus acerados y el firme de la calle.
Esta calle, donde tiene su sede la delegación de Correos del barrio, contaba con diez ejemplares de árboles entre naranjos y robinias. La diferencia entre el ahora y el antes la podemos ver gracias a la instantánea del Google Maps de 2008. El cambio es sustancial.
El Ayuntamiento insiste en su particular batalla contra el patrimonio verde de la ciudad. Por supuesto, no sólo se han talado los diez árboles sino que en los nuevos acerados no se ha dispuesto un solo alcorque para plantar nuevos ejemplares. Hasta hace unos meses, tan sólo el tramo más cercano a la calle Niebla contaba con árboles, con las obras se podría haber aprovechado para ensanchar un poco los acerados y plantar nuevos árboles a lo largo de toda la calle, pero en lugar de ello se ha optado por arrasar con los que había.
Incomprensibles las políticas medioambientales del Ayuntamiento, en lugar de favorecer una ciudad más verde, más humana, con mayor calidad de vida y menos polución, se empeña en desertizar la ciudad cada vez más. Cuando acaben las obras tendremos una calle con unos acerados nuevos (otra vez las insulsas losas grises) pero sin árboles que nos protejan en verano del sol ni mejoren estéticamente una calle que no es ningún alarde de arquitectura precisamente. En Sevilla los árboles no sólo permitirían amortiguar las altas temperaturas, sino que mejorarían bastante el paisaje urbano, tan maltratado y con edificios de tan mala calidad.
Enhorabuena al Ayuntamiento por deshumanizar un poquito más nuestra ciudad. Una nueva oportunidad perdida para ponernos a la altura de otras ciudades europeas en materia urbanística y sostenible.
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