Sevilla forma parte, junto con varias ciudades europeas, del proyecto B-Team. Se trata de un foro de diálogo en el que las ciudades participantes exponen sus experiencias sobre el uso que le han dado a inmuebles industriales. Evidentemente, Sevilla tiene muy poco que aportar sobre este tema pero muchísimo que aprender. Y lo ha demostrado una vez más en la reunión celebrada esta semana. Mientras que ciudades como Belfast presumen de poner en valor su pasado industrial, Sevilla no ha podido mostrar más que un catálogo de buenas intenciones donde se recogen futuros hipotéticos usos para 17 inmuebles que, como la Fábrica de Artillería, las naves de Renfe o el mercado de la Puerta de la Carne, presentan un estado lamentable. Por otro lado, desde el Ayuntamiento se ha hecho hincapié en el gran esfuerzo que se está haciendo desde el Consistorio para poner en valor este patrimonio, aludiendo a los ejemplos de las Naves del Barranco o Altadis. Pero hasta en esto somos diferentes al resto de Europa, mientras que otras ciudades abogan por el uso sociocultural para estos inmuebles, buscando su aprovechamiento por parte de la ciudadanía, en Sevilla se venden al mejor postor, bien sea para ubicar un mercado gourmet (Barranco) o para construir un centro comercial (Altadis).
Lo dicho, Sevilla tiene mucho que aprender.
Más información en Diario de Sevilla y El Correo de Andalucía
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