La Junta de Andalucía ha procedido a inscribir el cementerio de los ingleses de Málaga como Monumento en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. Se salvaguarda de este modo no sólo un lugar sumamente atractivo por las obras neoclásicas que conserva, sino parte de la historia de la capital malagueña.
En Sevilla también tenemos un cementerio anglicano, no tan grande ni con tanta riqueza como el de Málaga, pero aún sigue en pie desde que lo fundara en 1855 John B. Williams, vicecónsul del Reino Unido. El futuro de este pequeño recinto del barrio de San Jerónimo no es nada halagüeño ya que el Plan General actual de la ciudad no sólo no lo protege sino que permite su destrucción y desaparición para que su solar sea urbanizable.
En el maltrecho cementerio sevillano reposan los restos de algunos personajes importantes en la intrahistoria de la ciudad, como Bernard Whishaw, inglés que fundó el primer museo arqueológico de Sevilla, John Scroop, héroe de la Guerra de la Independecia contra Francia o uno de los fundadores del Sevilla FC., John Sidney Langdom.
La crisis inmobiliaria ha permitido que este espacio no haya desaparecido todavía, pero nadie está haciendo nada para que deje de ser un lugar maltratado, víctima de actos vandálicos y ocupe su sitio como lo que es, parte de la historia de nuestra ciudad. El ejemplo de Málaga debería servirnos para empezar a valorarlo y salvarlo de su desaparición.
Fuente: Europa Press
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