sábado, 16 de junio de 2012

Sevilla, miembro de la Ruta de la cerámica

Sevilla no deja de sumar títulos a su variada y dilatada historia. Además de ser muy heroica, invicta y leal, en los últimos años ha entrado a formar parte de diferentes grupos que si bien se nos venden como un gran privilegio, a la larga no han tenido los efectos esperados. Somos 'Ciudad de la Música' de la UNESCO, 'Ciudad de la Ópera', miembro de la red de Juderías españolas e incluso estamos en la Comunidad de ciudades Arianne, un reconocimiento por ser un potente foco aeronáutico.

El Consejo de Europa ha aprobado hace unos días la 'Red Europea de la Cerámica', integrada por Limoges, Aveiro, Castellón, Delft y Sevilla entre otras ciudades del viejo continente. La intención de este nuevo proyecto es fomentar "la difusión y promoción de la industria cerámica". La coletilla es la de siempre, se pretende favorecer el intercambio comercial, el filón turístico, abrir nuevos mercados... Una retahíla de beneficios que los políticos venden cada vez que se inicia un proyecto de estas características pero que posteriormente es complicado materializar. 

En pleno debate sobre la posibilidad de instalar grandes paneles cerámicos en la zapata de Triana, este reconocimiento debería hacernos reflexionar sobre el éxito real de este tipo de proyectos. Sevilla cuenta con una gran tradición cerámica y alfarera, sólo hay que pasear por sus calles para comprobarlo, pero es una industria prácticamente en extinción actualmente. La fábrica de Pickman La Cartuja no termina de arrancar a pesar de los intentos políticos, la arquitectura contemporánea sevillana (¿?) le ha dado la espalda completamente a la cerámica, el uso de la misma en el urbanismo y exorno de las calles es superfluo y cuando se hace (caso de la calle San Jacinto) ni siquiera se recurre a empresas sevillanas, por no hablar de la nula promoción que se hace de obras de arte de este material que se conservan en la ciudad, como todo el legado de Mercadante de Bretaña o las piezas de la factoria Della Robbia que atesora la Catedral. En definitiva, lo que hace falta es apostar realmente por lo que tenemos (y en esto el futuro Museo de Cerámica tiene mucho que decir) y no tanto acumular más títulos.

1 comentario:

juan_ito dijo...

buenas, se te ha olvidado noble y mariana!! :P