El mes que viene hará cinco años que la Santa Rufina de Velázquez está de regreso entre nosotros. Gracias al desembolso millonario de la multinacional Abengoa, el cuadro reposa en el maravilloso Centro Velázquez junto con otras deliciosas piezas reunidas para contar el ambiente en el que se formó el pintor antes de viajar a la Corte madrileña.
Aunque el dinero lo adelantó Abengoa, el convenio suscrito con el Ayuntamiento de la ciudad establecía que al cabo de 75 años el cuadro pasaría a ser propiedad del Consistorio. ¿A cambio de qué? Pues el Ayuntamiento se comprometía a abonar 500.000 euros al año para sufragar las actividades del citado Centro. Han pasado los años y el Ayuntamiento no ha puesto un sólo euro, a pesar de que los sevillanos entran gratis en el Centro (sí, sí, gratis, y aún así el 95% de los sevillanos no sabe ni que existe). Ahora se quiere revisar el acuerdo porque las circunstancias han cambiado.
Sinceramente, resulta algo absurdo revisar un acuerdo que nunca se cumplió. Si el Ayuntamiento no ha cumplido parte del trato, lo lógico no es que se revise el acuerdo, sino que se busque una nueva fórmula de colaboración que permita, por ejemplo, que los cuadros cedidos por el Ayuntamiento sigan en el Centro Velázquez. El nuevo acuerdo que se firme no sólo debería fijar de una vez por todas qué pasará en el futuro con el Santa Rufina (aunque está bastante claro que será propiedad de Abengoa per secula seculorum) sino buscar la forma de potenciar muchísimo más este Centro. Tenemos una oportunidad de oro con este espacio, no dejemos que se evapore y caiga en el olvido. Las obras que atesora bien valen una difusión a su medida y más estando en pleno barrio de Santa Cruz. Hagamos ya los deberes. Por favor.
Fuente: El Correo de Andalucía
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