Ya no es cuestión de si Santa Catalina muestra mejor o peor aspecto. Ya no estamos en el momento de echarse el balón de un tejado a otro. La situación es alarmante, Santa Catalina se cae y en cualquier momento podría ocurrir una desgracia patrimonial sólo comparable a la destrucción de templos en la Guerra Civil o a los crímenes patrimoniales de finales de la Dictadura.
El último informe sobre el estado de conservación de la iglesia de Santa Catalina no deja lugar a dudas, los cimientos no aguantan más y el hundimiento de algunos pilares alcanza los 8 centímetros. ¿Qué pasa si los pilares siguen cediendo? Pues que el edificio podría desequilibrarse y caerse, literalmente.
No podemos dejar que esto ocurra. Hay que buscar la financiación donde sea; no es comprensible que se vaya a restaurar la fachada de la calle Alemanes de la Catedral cuando Santa Catalina se viene abajo, es una cuestión de prioridades. De momento, el próximo día 18 de mayo a las 20'00 horas habrá una concentración ciudadana para pedir la rápida intervención en este Bien de Interés Cultural.
1 comentario:
Allí estaremos, con Santa Catalina.
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