martes, 22 de mayo de 2012

En Sevilla hace calor


El último estudio sobre el Turismo y la relevancia internacional de la ciudad de Sevilla realizado por la empresa Magma arroja algunas obviedades y otros aspectos a tener en cuenta. Según este estudio, Sevilla adolece de tres hándicaps para poder crecer como potencia turística: el excesivo calor, la escasa presencia de vuelos internacionales en el aeropuerto y la reducida oferta cultural de la ciudad.

Sobre el primer punto, el calor, poco se puede hacer. En una ciudad donde fácilmente se alcanzan los 40 grados desde junio hasta septiembre no se puede pretender que el turismo venga en masa a achicharrarse por nuestras calles. Algunas soluciones: plantar más árboles que den sombra (la gran asignatura pendiente de esta ciudad), entoldar más calles o, para ser creativos, habilitar alguna zona del río como espacio de playa, pudiéndose vender el baño como una alternativa a los rigores del verano. Son muchos los turistas que llegan en verano preguntando en las oficinas de turismo dónde hay una piscina, un elemento que para empezar, buscan desesperadamente los propios sevillanos sin tener mucha suerte. La ubicación de una piscina pública y zona de baños en el río es una recurrente promesa electoral que, de momento, nadie ha cumplido.

Sobre los otros dos puntos, algo más se puede hacer. La cuestión de los vuelos es complicada, evidentemente, las compañías apuestan por un destino si es rentable. Si Sevilla tiene pocos vuelos directos internacionales es porque no es un destino lo suficientemente atractivo. ¿Cómo se soluciona esto? Es muy complicado, pero la apertura del nuevo FIBES dentro de unos meses podría ayudar. 

Por último, la oferta cultural. Muy interesante que salga este tema en un estudio sobre la importancia turística, quizás de este modo las administraciones se den cuenta de la relevancia del sector cultural en una ciudad que se vende como foco cultural y patrimonial. ¿Tiene Sevilla escasa oferta cultural? Pues no, la ciudad cuenta con una variada y rica oferta cultural durante prácticamente todo el año. ¿Cuál es el problema entonces? Pues básicamente dos: la escasa difusión que se hace de esa oferta y la importancia de lo local en la misma. En Sevilla, la difusión sigue siendo la gran asignatura pendiente. La ciudad cuenta con eventos de primera categoría como la Bienal de Flamenco, festivales como Territorios o un Teatro de la ópera de gran importancia, sin embargo la difusión tanto local como más allá de nuestro territorio es escasa. En Sevilla es difícil estar al día de lo que ocurre en la propia ciudad. En septiembre el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo acogerá una exposición de Ai Wei Wei, uno de los artistas más importantes e influyentes que hay ahora en el mundo, además, se da la circunstancia de que es la primera vez que expone en un museo público español. ¿Se le dará la relevancia que tiene a esta exposición? Seguramente no.

Además, la gran mayoría de las actividades culturales que se organizan en Sevilla se dirigen a un público local y ello repercute en el escaso interés fuera de la ciudad. Hagamos un repaso a las exposiciones que tienen ahora mismo los museos sevillanos (al margen del CAAC, que tiene una programación más internacional que pasa completamente desapercibida en la ciudad). El Bellas Artes acoge una exposición de escultura renacentista y barroca muy en la línea del gusto sevillano, justo antes hubo una exposición de Gonzalo Bilbao y después vendrá la de García Ramos, todas ellas dirigidas al público sevillano. ¿Quién se va a mover desde Madrid o Valencia, por poner dos ejemplos, a Sevilla para ver estas exposiciones? Nadie. ¿Por qué no programar una exposición de Renoir? Mientras Bilbao trae a Rousseau, Kapoor u Hockney; o Málaga trae a Giacometti, en Sevilla apostamos por valores locales que poco o nada interesan al público internacional y por eso en los estudios aparece que la oferta cultural es escasa. Lo mismo ocurre con el Museo de Costumbres Populares con una exposición de la Cartuja - Pickman. ¿Sobran estas exposiciones en la agenda cultural sevillana? Evidentemente no, pero no se puede basar toda la oferta cultural de una ciudad en lo local, porque de ese modo los habitantes de la misma no conocen nada nuevo mientras que el público extranjero no ve interesante desplazarse a la ciudad atraído por su oferta cultural.

¿Qué podemos hacer? Se podrían hacer muchísimas cosas, lo más seguro es que no se haga nada. Sevilla seguirá apostando por sota, caballo y rey, que es lo que vende, hasta que llegue un momento en que deje de vender. Florencia siempre atraerá a la gente porque tiene un poder de atracción casi inagotable, pero Sevilla no es como la capital de la Toscana y o empezamos a movernos o nos quedaremos atascados.

6 comentarios:

Rafael dijo...

El otro día discutía con unos amigos que decían que, parte del encanto de la ciudad residía en el localismo y conservadurismo, que para dejar de ser la ciudad a la que Pérez Reverte hizo referencia, habría que sacrificar componentes y actitudes que restarían tanta identidad que al final imposibilitarían que Sevilla se convirtiera en esa Florencia española.

Yo estoy completamente de acuerdo contigo. Una ciudad que prácticamente niegue la posibilidad a ofertar otra cosa que no sea la Plaza de España, la Catedral, el Flamenco y los Toros, cosa que llevamos haciendo un siglo ya, está abocada al estancamiento y al retroceso turístico. Se puede hacer pero no se quiere, o es lo que parece. Al final sí que parece que Sevilla esta destinada a ser por siempre una ciudad Barroca.

Sergio Harillo dijo...

En mi opinión, Rafael, Sevilla jamás podrá ser la Florencia española. A esa "categoría" podrían aspirar ciudades de menor tamaño como Ávila o Toledo, que conservan muy bien su caserío histórico, pero Sevilla, a día de hoy y por su tamaño (más de un millón de habitantes) es imposible que sea considerada como tal.

Creo que lo que debemos hacer es aunar modernidad y tradición, buscar la forma de mantener nuestra idiosincrasia pero sin renunciar a abrirnos más al exterior. Sevilla, en mi opinión, debe aspirar a ser como otras ciudades que conservan su personalidad pero sin encerrarse en ella. Ahí tienes el caso de Barcelona, un potente foco económico, pero también cultural e histórico que conserva sus tradiciones y personalidad.

Sevilla, por lo que es hoy en día (ahí tienes Aerópolis, el Parque Tecnológico de la Cartuja, la segunda universidad española en cuanto a número de estudiantes...) sólo se engaña a sí misma pretendiendo mostrar lo que no es. Cuanto antes aceptemos que Sevilla puede ser una gran capital, mejor nos podremos enfrentar al futuro.

Saludos!

DetectiveHallenbeck dijo...

@CulturadeSevilla, totalmente deacuerdo, Sevilla no esque pueda competir con grandes capitales, esque ya lo está haciendo.

Cuanto antes nos pongamos las pilas mejor porque sino en la competeción seremos cascarón de huevo, el participante tonto al que se le perdonan las faltas porque no se da cuenta de a qué juega

Del Sur. dijo...

CulturadeSevilla, Me extraña lo que dices con respecto al caserio de Sevilla. Según mi opinión, Sevilla tiene un caserio patrimonial y artístico amplísimo y de un altísimo valor. Mucho más variado que por ejemplo el de Florencia, con mayor número de estilos. Sin desmerecer el de Florencia que por méritos propios es una auténtica maravilla. Otra cosa es que el centro de Sevilla esté salpicado por horribles construcciones setenteras. A cuya sustitución por edificaciones modernas pero con estilos vernáculos yo no pondría ningún reparo, tal como ha ocurrido con la antigua Sphera. Esta destrucción de patrimonio y sustitución por edificios de los 70 por desgracia, ha ocurrido en todas las grandes ciudades patrimoniales de España, tales como Barcelona, Granada y las de menor tamaño. Una de las que menos ha sufrido en Andalucía, ha sido Cádiz. Una cosa con la que sí estoy de acuerdo y que me ocurre en Sevilla cada vez que la visito, que es a menudo. Tiene mucho que ver, pero no tanto que hacer. Tiene para mi, el 80% de su patrimonio y sus posibilidades sin explotar.

Sergio Harillo dijo...

Efectivamente, Del Sur, Sevilla conserva, intramuros, parte de su caserío histórico (aunque muchísimo ha desaparecido, sólo hay que darse un paseo por cualquier calle del centro). Y no sólo han desaparecido edificios enteros, sino que se ha recurrido en exceso al fachadismo, derribando todo el interior pero respetando las fachadas, y eso no es conservar el caserío histórico, sino crear un parque temático.

Sin embargo, a lo que me refería es que Sevilla ha crecido mucho en las últimas décadas y actualmente la imagen en general de la ciudad es la de una urbe moderna con un centro histórico importante, sin embargo, el 90% de Sevilla está más allá de su centro histórico, a eso me refería.

Tal y como dice Detective, Sevilla ya está compitiendo con grandes capitales, lo que pasa es que no nos queremos dar cuenta. Por eso, lo mejor será que empecemos a creernos nuestras posibilidades y a luchar por una ciudad cosmopolita. Y a aquellos que dudan del devenir de la ciudad si se abre en exceso al exterior, sólo hay que recordarles que si algo ha sido Sevilla a lo largo de su historia, es una ciudad cosmopolita, lo fue en época romana, lo fue en época musulmana y lo fue durante los siglos XVI y XVII.

Saludos!

DetectiveHallenbeck dijo...

Por cierto, lo del calor se solucionaría reforestando Andalucía. Llovería más, haría menos calor, el aire estaría más limpio, los paisajes serían mejores, etc, etc, etc.