viernes, 20 de abril de 2012

Ciudad de las Ciencias y la Cultura de Sevilla


Hoy se cumplen veinte años de la inauguración de uno de los acontecimientos más importantes de las últimas décadas en la ciudad de Sevilla, la Exposición Universal de 1992. Con motivo de esta conmemoración desde Cultura de Sevilla queremos hacer una propuesta para uno de los espacios que aún a día de hoy se encuentran infrautilizados a pesar de su potencial. El Camino de los Descubrimientos nos va a servir de columna vertebral para este proyecto que no sólo mejoraría y aumentaría el uso público de la Cartuja, sino que entroncaría la ciudad con el Parque Tecnológico que ocupa gran parte del que fuera recinto de la Exposición. 


El recorrido por esta hipotética 'Ciudad de las Ciencias y la Cultura de Sevilla' se inicia en la zona sur de la Isla, en el Pabellón de la Navegación. Este edificio, diseñado por Guillermo Vázquez Consuegra, fue uno de los más visitados durante el 92 y recientemente ha reabierto sus puertas como centro cultural y de eventos. 


El aspecto general del Camino de los Descubrimientos es desolador. Apenas se ha actuado en esta zona en los últimos veinte años y la degradación es palpable en cada rincón. Nada que ver con el interior del Parque Tecnológico, por donde da gusto pasear y disfrutar de sus edificios. Esta imagen del Camino de los Descubrimientos es la que sigue alimentando esa idea de que la Cartuja "está abandonada". Sólo habría que mejorar esta avenida para que la Cartuja sufriera un cambio radical de imagen y de este modo se podrían callar muchas bocas. Los exteriores del monasterio de la Cartuja necesitan una intervención urgente, ajardinar esta zona no requeriría un gran desembolso económico y mejoraría sustancialmente el entorno.


El primero de los edificios sin uso que nos encontramos en nuestro camino es el Pabellón del Siglo XV que durante el 92 acogió una exposición sobre esta época además de un teatro. Durante años se planteó su uso como sede del Centro Andaluz de Danza pero actualmente está cerrado y sin un proyecto que lo dote de contenido. ¿Qué tal un espacio donde se hablara del descubrimiento de América? O quizás una exposición con piezas de cerámica de la Cartuja. Tal vez una ampliación del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. Las posibilidades son muchas y dotarían al recinto monumental de un nuevo atractivo.


El Camino nos lleva hasta una de las entradas del recinto conventual donde se agrupan tres importantes instituciones: el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico y la Universidad Internacional de Andalucía. Un recinto de tanta importancia no puede tener estos accesos y cuesta entender que nadie aún haya hecho nada por remediarlo.


Al otro lado de la calle nos encontramos un gran solar usado como aparcamiento. La reurbanización de este espacio es fundamental para mejorar los accesos al Pabellón de la Navegación y al Jardín Americano, zonas recién recuperadas pero que se encuentran en su misma puerta una imagen muy desagradable. Este gran solar se podría ocupar con módulos efímeros con cafeterías, galerías, pequeños comercios, espacios artesanales... se lograría así vertebrar mejor el sector sur con los edificios que hay más al norte, mejorando los accesos al Jardín Americano y al CAAC y dotando de un polo de atracción a esta zona.


Una de las entradas al Jardín Americano, lamentable.


El Pabellón de la Naturaleza es la sede de la Fundación Naturalia XXI y del Consulado de Marruecos. La propuesta que hacemos desde Cultura de Sevilla ya está planteada por la propia Fundación y consistiría en convertir el edificio en Centro de visitantes para el Jardín Americano, un lugar donde organizar actividades relacionadas con el medio ambiente y donde el visitante pudiera conocer el ecosistema que se creó en 1992 para esta zona verde.


El Jardín Americano se abrió de nuevo al público hace dos años tras permanecer en un completo abandono desde el cierre de la Expo. Ha mejorado bastante, pero queda mucho por hacer, sobre todo es primordial dotarlo de personal que se encargue de su mantenimiento y fondos para organizar actividades y garantizar su seguridad.



Lo que fuera en 1992 un jardín de plantas americanas es hoy en día un erial donde aparcan los coches sin miramientos. El muro de las huertas de la Cartuja se muestra desolador ante tanto abandono. Se podría recuperar el Jardín que hubo en 1992 además de regular el aparcamiento.


De las tres estaciones para el telecabina que tenía la Expo, sólo la de Plaza de Armas tiene un nuevo uso. Las otras dos, en la Isla, están abandonadas. Para ésta, en pleno Camino de los Descubrimientos, proponemos reformarla para que acoja un punto de información de la 'Ciudad de las Ciencias y la Cultura'. Sus cubiertas y paramentos se podrían utilizar como superficies para jardines colgantes, lo que dotaría a este edificio de atractivo. 



El antiguo Pabellón de Marruecos ya tiene un uso cultural, es la sede de la Fundación Tres Culturas. Sería uno de los pilares fundamentales de esta propuesta y sin duda se beneficiaría de una mejora del entorno.


El Auditorio. Gran espacio infrautilizado de la ciudad. A pesar de contar con temporada de conciertos, se podría utilizar muchísimo más. Mejorar su entorno también es primordial. Colocarle una cubierta sería la mejor opción para que se pudiera utilizar durante todo el año pero conllevaría un desembolso económico difícilmente asumible en estos momentos. Junto a su puerta principal está la escultura 'Doña Elvira' de Miguel Berrocal, gran desconocida.


La zona del canal pide a gritos su reurbanización. El actual Plan General de Ordenación Urbana permite la construcción de edificios y un aparcamiento en este lugar, lo que rompería para siempre la imagen del Pabellón del Futuro. El aparcamiento es viable, se podría colocar encima una lámina de agua que recordara el canal de la Expo, pero los edificios deberían replantearse. Toda esta zona sería un lugar ideal para poner cafeterías y terrazas, justo lo que tuvo en la Expo y que tan buenos resultados dio.



El Pabellón del Futuro pertenece actualmente a la Junta de Andalucía que lo utiliza como espacio para eventos. Se prevé instalar en su sótano el Archivo General de Andalucía. En Cultura de Sevilla ya se dieron a conocer las propuestas que apuestan por convertirlo en Museo de la Biodiversidad y Pabellón del Espacio (enlace).


Los Jardines del Guadalquivir también están abiertos al público pero necesitan una mayor proyección y difusión para que el público los conozca, valore y disfrute.


La discoteca Antique ocupa el antiguo Pabellón del Comité Olímpico Internacional. Si bien podría tener otro tipo de usos, al menos sigue en pie. Lo lamentable son sus alrededores, un auténtico estercolero.


Para el Pabellón de Cruzcampo ya propusimos su uso como Archivo General de Andalucía, lo que permitiría otros usos en el Pabellón del Futuro.


Siguiendo hacia el norte tenemos el fabuloso mural Verbo America, de Roberto Matta, recuperado hace unos meses y completamente olvidado por el Ayuntamiento, que ni siquiera ha inaugurado la restauración y lo mantiene con las vallas de obra.


Puerta Barqueta es otro de esos espacios de la Cartuja que inexplicablemente no tienen mantenimiento alguno por parte del Ayuntamiento, alimentando la idea de que el recinto de la Expo está abandonado. ¿Tanto cuesta arreglar esta plaza?


El extremo norte de esta hipotética 'Ciudad de las Ciencias y la Cultura' se cierra con el Teatro Central, espacio escénico dedicado a las vanguardias. Para llegar a él pasamos por otro de los espacios que es necesario recuperar, Andalucía de los Niños.


Por último, como objetivo imposible, planteamos el uso museístico del Pabellón de España. Actualmente es sede de Isla Mágica, pero en su momento se planteó como espacio expositivo. ¿Os imagináis este edificio convertido en Centro de Arte Contemporáneo de la ciudad? Es una utopía, pero sería el broche de oro para nuestra 'Ciudad de las Ciencias y la Cultura de Sevilla'.


Más de una veintena de espacios, centros e instituciones formarían este proyecto que es perfectamente viable básicamente porque la mayoría de esos edificios ya están en uso. Mejorar los accesos, el entorno y dotar de contenido a los edificios infrautilizados cambiaría radicalmente esta zona de la ciudad. Elaborar una hoja de ruta sería el primer paso para concretar las necesidades y actuaciones a largo plazo, pudiéndose ir completando objetivos en función de los recursos con que se dispusiera.

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