De confirmarse las intenciones del Ayuntamiento de convertir en bienales los festivales que actualmente se celebran en la ciudad estaríamos ante un terrible ataque a la programación cultural de la ciudad. La noticia no ha sentado nada bien en los organizadores de los diferentes festivales que se celebran cada año en Sevilla, pero la ciudadanía tampoco debería quedarse callada ante una decisión que recortaría en exceso la oferta cultural de la ciudad.
Según la delegación de Cultura, la razón por la que se pretende plantear que los festivales sean de carácter bienal es cuadrar la agenda y evitar que unos festivales se pisen con otros. Además, se asegura que con esta medida podrían contar con mayor dotación económica por parte del Ayuntamiento.
Es evidente que la solución a los problemas económicos de los festivales no pasa por su bienalización sino por mejorar su gestión, aumentar los patrocinios y ganar en público que pague su entrada. Quizás es el momento de estudiar todos y cada uno de los festivales para ver qué aportan a la ciudad y si realmente todos merecen una subvención del Ayuntamiento. Es cierto que a día de hoy Sevilla cuenta con un gran número de festivales que funcionan gracias a la aportación municipal. Si bien esta dependencia económica no es beneficiosa para las arcas públicas, si lo es para el tejido cultural de la ciudad y para la creación de una oferta variada. En el caso de los festivales públicos como el Femás, es incomprensible que siquiera se llegue a plantear esta medida cuando está considerado como uno de los mejores de Europa; convertirlo en Bienal supondría una merma de su repercusión internacional. Sólo hay que echar la vista atrás y recordar lo que supuso para el Festival de Danza de Itálica los cambios en su gestión y su conversión en bienal.
Esperemos que esta medida haya sido simplemente una idea y se quede sólo en eso. No es momento de seguir jugando con la oferta cultural de la ciudad, ya hemos perdido bastante, dejemos de recortar o retrocederemos todo lo que habíamos adelantado en los años previos a la crisis.
Fuente: Diario de Sevilla
4 comentarios:
Poco a poco estamos asistiendo a un serio ataque contra la cultura sevillana por parte del gobierno y es una verdadera pena, porque poco a poco salíamos del ostracismo cultural. Ya decía yo que nos eperaba un negro futuro y poco a poco se confirma.
Por cierto, ahí está el caso del cierre de la sala Malandar,¿qué opinión te merece ese asunto? Hablan de leyes y a mí más me parece censura al panorama musical alternativo.
Bueno, esperemos que el gobierno escuche la voz ciudadana y reaccione, todavía queda egislatura para ello.
@ Alberto: Sobre el tema de Malandar no me puedo pronunciar porque no conozco todas las partes. Por un lado se dice que las quejas vienen siempre de un "vecino" que se niega a que se hagan mediciones en su casa mientras que el resto de vecinos del inmueble no tienen ningún problema con la sala de conciertos. También he leído que la actual legislación hace prácticamente inviable llevar a cabo un concierto porque es imposible mantener los decibelios que exige la legislación. Ya te digo que me faltan datos para poder opinar. El cierre de esta sala es un duro revés para esta oferta cultural de la ciudad, pero también es cierto que todos tenemos derecho al descanso y muchas veces los vecinos soportan unas molestias impropias. No sé si será éste el caso o no, pero si la sala está dispuesta a solucionar los problemas que pueda haber, magnífico.
Saludos!
Pues blogger, yo no acabo de ver por qué es necesariamente malo que algunos festivales anuales se conviertan en bienales. Si se hace una buena gestión y la programación de los mismos es mejor de lo que era anteriormente no tiene por qué ser necesariamente malo. Ojo, no digo que el resultado vaya a ser con seguridad bueno. Pero habria que probar y ver. Al menos podría ser una solución provisional durante estos años duros de la crisis.
@mataiotes: En realidad no tiene por qué ser necesariamente malo, pero todo recorte en Cultura no es postivo en principio. Los festivales mueven muchísimo empleo en la ciudad, celebrarlos cada dos años en lugar de anualmente significaría destruir empleo. Además, el decir que cada dos años podrían contar con un mayor presupuesto es completamente discutible, si no hay dinero para realizarlo cada año, ¿cómo se va a destinar más dinero cada dos?
Los festivales nacieron como eventos anuales, cambiarlos ahora, como se hizo con el Festival de Danza de Itálica, podría mermar su importancia y calidad. Otros eventos, como la Bienal de Flamenco, ya fueron creados con carácter bienal y por lo tanto, tienen unos tiempos completamente diferentes.
En mi opinión, lo que habría que hacer es replantear la asignación presupuestaria del Ayuntamiento a los festivales. No creo que el Ayuntamiento deba soportar los gastos de toda iniciativa privada que surja. En los últimos años se han creado muchos proyectos culturales muy interesantes, pero incapaces de ser rentables por sí solos. Recurrir siempre al Ayuntamiento es acabar con la gallina de los huevos de oro.
Saludos!
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