La avenida de la Buhaira, entre San Bernardo y Nervión, nació gracias a las reformas urbanísticas que se llevaron a cabo con motivo de la Exposición Universal de 1992. Bajo ella circulan los trenes que comunican las estaciones de Santa Justa y San Bernardo. La obra conllevó la división en dos de la zona verde que se asienta justo encima y que guarda en su interior el delicioso palacete neomudéjar, las ruinas del primitivo edificio almohade y las entrañas de la basílica que diseñó Aníbal González y que nunca se acabó.
En estas dos imágenes de Google Maps podemos observar la cicatriz que supuso la carretera abierta al tráfico para comunicar ambos extremos de la actual avenida. Para reducir el impacto, se optó en su momento por un material como la cerámica para el firme de la calle. Lo que no se pudo prever es el intenso tráfico que soporta esta zona que ha terminado arruinando el material. Los parches de alquitrán fueron la solución planteada durante años para este problema hasta que el Ayuntamiento tomó cartas en el asunto y decidió sustituir el firme por otro más resistente. Durante dos meses se han hecho pruebas con hasta tres tipos de materiales y finalmente se ha optado por un firme de hormigón impreso de color gris claro (este adjetivo durará bien poco). Las obras de sustitución comenzarán a principios del próximo año y están presupuestadas en 150.000 euros.
Desde Cultura de Sevilla queremos plantear otra solución que mejore sustancialmente este tramo de calle. Para ello, volvemos a mirar hacia Barcelona, concretamente la calle Espronceda, que divide en dos el nuevo Parc Central del Poblenou, diseñado por Jean Nouvel.
Este jardín cuenta desde su apertura con bastantes quejas vecinales precisamente por su diseño cerrado y hermético. Sin embargo, la solución planteada para la calle Espronceda es de lo más atractiva y puede servirnos como ejemplo para el asunto que tratamos. Al igual que en Sevilla, el parque quedaba dividido en dos por una calle, necesaria para facilitar el fluir del tráfico y el tránsito ciudadano. Sin embargo, mientras que aquí apostamos por una gran brecha que deja incomunicados ambas partes del parque (por no haber no hay ni pasos de peatones para cruzar de un lado al otro salvo en los extremos de la avenida), en Barcelona se instalaron estas estructuras que, con el paso del tiempo, se han convertido en el soporte de plantas trepadoras que han cubierto la calle, dándole sombra, frescor y lo más importante, creando la sensación de que seguimos dentro del parque. Veamos la evolución.
Es evidente que las plantas tienen su particular ritmo de crecimiento pero lo que en un principio eran hierros y redes de alambre se fueron cubriendo.
El resultado es el que veis, una calle sombreada y verde sin necesidad de árboles (que posiblemente no se puedan poner en la Buhaira por estar la calle horadada con los túneles del tren).
También os dejo esta otra imagen de una zona interior del parque en la que se ha utilizado el mismo sistema de trepadoras y donde se ve el problema que comentaba al principio del hermetismo del parque, lo que ha provocado las quejas vecinales por estar "cerrado" al exterior. Esto se podría solucionar en la Buhaira bien alternando zonas verdes con zonas despejadas o sencillamente podando las plantas de forma que en la parte inferior sólo se vea el tronco, quedando mucho más despejada la calle.
Una solución simple, atractiva y sostenible para mejorar una calle que no termina de funcionar precisamente por significar una herida dentro del parque y por ser impracticable en los meses estivales.
2 comentarios:
Paso por allí todos los días y creo que aunque muy interesante y curiosa la propuesta no creo que sea la mejor opción para la buhaira.
Primero que la calle de las fotos es más estrecha y en nuestro caso haría falta una estructura mucho más grande. Buhaira tiene 2 carriles por sentido (4 carriles) , esta tiene tan solo 2 carriles.
Además considero que se disfruta mucho más pudiendo ver la extensión del parque o el depósito de agua desde la acera caminando o desde el vehiculo.
Creo que lo que hace falta para buhaira es la reutilazación de adoquines y no los parches de cemento además de una nueva entrada al parque desde la zona de la basílica.
Efectivamente el espacio es mucho mayor por lo que sería muy complicado instalar una estructura similar. Con el ejemplo de Barcelona no pretendía que se copiase, sino dar una idea para que se plantee una mejora urbanística de la calle. Habrá a quién le guste tal cual está y quién prefiera otro diseño, por eso planteaba la idea, para generar debate :)
Saludos!
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