jueves, 22 de septiembre de 2011

Se vende teatro, razón: mejor no preguntar


Está visto que no levantamos cabeza. El que iba a ser el mayor teatro de la ciudad con más de 2.000 localidades, donde por fin se iban a poder programar todos aquellos espectáculos que pasan de largo de la ciudad por falta de un espacio adecuado, el que iba a ser el teatro más moderno de Andalucía... está en venta. La trama de corrupción, malversación o lo que quiera que haya habido en la SGAE nos toca de lleno ya que los nuevos dirigentes de la entidad han decidido deshacerse de la red de teatros Arteria, entre los que se encuentra el espacio que aún se construye en la Cartuja.

Más de cinco años de obras para nada, porque ni siquiera se ha inaugurado. Un puñado de esperanzas completamente frustradas. El teatro está a la venta. Podríamos albergar el sueño de que alguien lo compre y lo dote de programación pero habiendo costado 90 millones de euros, dudo mucho que nadie tenga esa cantidad en el bolsillo. Y más en la ciudad de los teatros de reducidas dimensiones que subsisten a duras penas y dependen de las ayudas públicas.

Un nuevo mamotreto sin uso ha quedado varado en la Cartuja. ¿Lo veremos con telarañas?


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, antes de venderlo tienen que terminarlo, según han dicho, y dado que es más que probable que a pesar de acabarlo, no lo vendan, podría darse la situación de que le den uso para rentabilizarlo entre que lo venden y no. Quizá esté siendo demasiado optimista...

Alverspin dijo...

Vaya, qué pena.
Voy a creer en un mundo ideal, ¿y si lo adquiriera el ayuntamiento? A un espacio como éste y con un teatro en su interior le pega un uso cultural potente, podría ser un nuevo impulso, un nuevo renacer.
Aunque siendo realista, me parece que lo adquirirá una empresa privada, de esas de "alta tecnología" que hay en la Cartuja y convertirá el teatro en una sala de conferencias, en fin, ésta es la Sevilla del futuro, un gran contenedor vacío de cultura. Aunque, nunca se debe perder la esperanza.

Anónimo dijo...

Seria una buena sede como auditorio y escuela para la fundación Barenboim Said, quizás se podrían buscar patrocinadores entre las muchas multinacionales de capital judio.

Sergio Harillo dijo...

Dudo mucho que el Ayuntamiento tenga capacidad económica como para gastarse 90 millones de euros en un teatro. Si no se lo gasta ni en sus propios edificios...

Me temo que al Arteria Al Andalus le queda un duro camino por recorrer hasta que lo veamos abierto. Aunque ojalá me equivoque.

Saludos!

Maese Maesa dijo...

De las noticias culturales importantes en Sevilla, ¿tendremos algún día una que sea directamente buena? Empiezo a perder la esperanza.

Hoy venía una nueva noticia en el periódico explicando que la SGAE dice que en realidad no todo está decidido, pero lo cierto es que más bien parece una comunicación analgésica para evitar el dolor que implica la noticia previa.

Mucho me temo que en el caso remoto que este teatro acabe funcionando como tal, lo hará a base de conciertos que aseguren el aforo, en plan Auditorio de la Cartuja o Auditorium Cajasol. No tengo nada en contra estos conciertos, que evidentemente tienen su público, pero se mueven en un rango muy estrecho de diversidad. Y, la verdad, mi esperanza con él era que tuviera una programación ambiciosa. Aunque esto nunca se sabe, porque igualmente es posible que hubiesen buscado la rentabilidad económica, y no la cultural y social.

En fin, un proyecto más en el que nos sentamos a esperar angustiadamente.

Saludos.

Anónimo dijo...

Una posible solución sería... que la SGAE entregara el auditorio a la Administración como pago por las sanciones que en justicia deberían caerle por su responsabilidad en los últimos fraudes. Y que la Administración (central, autonómica, local, menos provincial da igual) cuidara de su mantenimiento y lo cediera en condiciones razonables a iniciativas privadas de interés para la ciudad. De ese modo podríamos acceder a conciertos y espectáculos que nunca vendrían por no existir un local con el aforo necesario.

¿Estoy soñando mucho?

Sergio Harillo dijo...

Anónimo, me temo que las administraciones no tendrían financiación necesaria como para sostener este nuevo teatro. Si el Maestranza tiene un presupuesto ridículo que no dejan de recortar, imagina si se sumara otro gran teatro.

De todos modos, estamos demasiado acostumbrados a que lo público sea la salvación a todos los problemas y hay que empezar a buscar nuevas soluciones. El problema es quién se podría hacer cargo de un teatro de estas dimensiones. Será muy pero que muy complicado darle una salida. Podríamos pensar en un consorcio de empresas que le busque rentabilidad a base de conciertos, musicales, usos congresuales... pero lo veo complicado.

Saludos!

Anónimo dijo...

Lo que habría que pedir son responsabilidades al iluso o administración, o mejor al último firmante del despropósito incloncluso.

Si ése pagara lo justo, otros aprenderian a "manejar mejor nuestro dinero", del trabajador, ciudadano, contribuyente, estafado o pagano.