Entre las múltiples reformas que está llevando a cabo el nuevo equipo de Gobierno del Ayuntamiento con el fin de reducir costes (otra cosa será que sea efectiva esa reducción) han desaparecido dos entes municipales de vital transcendencia para el día a día de la ciudad. Por un lado, la supresión de la Oficina de la Bicicleta cierra un período en la ciudad en la que viajar sobre dos ruedas se ha convertido en una auténtica revolución en los transportes ciudadanos. A partir de ahora, todo lo relacionado con la bicicleta (reparación y construcción de nuevos carriles bici, negociación con la empresa que se encarga de las bicicletas públicas...) se gestionará a través de la Gerencia de Urbanismo. Habrá que ver si el cambio es para mejor o para peor.
La otra desaparición es mucho más dolorosa puesto que ha sido finiquitada OTAINSA, una oficina municipal que se encargaba de velar por los inquilinos en situación de abuso, sobre todo personas mayores que viven en pisos de renta antigua, prácticamente en ruinas, cuyos dueños hacen todo lo posible para echarlos y poder vender el edificio al mejor postor. Entre los efectos colaterales de esta decisión nos encontramos con el abandono a su suerte de unos de los edificios que conforman la Plaza de la Encarnación. Este inmueble fue testigo de cómo una anciana era expulsada de su hogar por no haber pagado 39 euros. Todo un drama social que llevó al Ayuntamiento a tomar cartas en el asunto y planear una serie de viviendas destinadas a este tipo de personas, para que no se vieran en la calle. Los inmuebles elegidos fueron el Corral de la Encarnación (en la calle Pagés del Corro y ya restaurado), el Palacio del Pumarejo (cuyas primeras obras de urgencia deberían comenzar en breve) y el citado edificio de la Plaza de la Encarnación (imagen superior). Con el cambio de planes del Ayuntamiento, este edificio se queda sin uso aunque sigue siendo propiedad municipal, al ser expropiado ante la negativa de su dueño de llevar a cabo las obras de mejora necesarias. Y es que aún hay mucha gente que prefiere dejar que los edificios sean declarados en ruina para poder derribarlos y vender su solar.
Al igual que las bicicletas, de las iniciativas que llevaba a cabo OTAINSA se encargará a partir de ahora la Gerencia de Urbanismo. Sobre el edificio, nada hay decidido.
2 comentarios:
No creo, para nada que la multiplicación de organismos dentro de una administración asegure la eficiencia. Al contrario más bien. La constitución masiva de organismos autónomos, empresas públicas, fundaciones etc etc es y ha sido una de las principales causas de las barbaridades cometidas en los ayuntamientos. Creo que estas medidas no tienen porque hacer que ninguna de las cuestiones que se planteen pierdan fuerza o calidad. Es más, en muchas ocasiones la creación de estos órganos desconcentrados o descentralizados no son más que artimañas políticas para dar una visibilidad de mayor trabajo o implicación para con el electorado. Veremos a ver qué pasa.
Estoy de acuerdo contigo en que con tanto organismo y ente independiente, muchas veces se pierde eficiencia y eficacia. Es más, la proliferación de organismos en el anterior gobierno municipal respondía únicamente a la dualidad PSOE-IU en la que cada grupo quería tener su coto particular con el que vender sus logros.
Sólo espero que determinadas actuaciones positivas para la ciudad como el uso de la bicicleta o la protección de los más indefensos sigan siendo piezas claves del nuevo gobierno.
Un saludo!
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