domingo, 15 de mayo de 2011

San Jerónimo se abre al río


Esta semana han culminado las obras de remodelación y recuperación de la ribera del Guadalquivir a su paso por el barrio de San Jerónimo. La cercanía de las elecciones ha hecho posible una inauguración en condiciones, sin fotos de políticos, únicamente la ciudadanía disfrutando de esta nueva zona verde que, junto al contiguo Parque del Alamillo suma 150 hectáreas, la zona verde más grande de Andalucía.


La intervención ha sido posible gracias a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, a quién habría que ponerle un monumento en la ciudad por ser la artífice de que se hayan recuperado espacios como el Paseo de la O, el Jardín Americano o los del Guadalquivir. El Ayuntamiento se ha limitado a recepcionar la zona en la que aún faltan infinidad de detalles que debe acometer el Ayuntamiento como la instalación de farolas, bancos o papeleras. De momento tenemos el parque, ahora hay que acondicionarlo para el disfrute de los ciudadanos. Y mucho me temo que con las arcas vacías, va a ser bastante complicado.


En la siguiente imagen vemos la instalación preparada para colocar la farola. Ahora sólo falta que se instale.


En los casi dos quilómetros de zona verde nos encontramos gran cantidad de caminos de color amarillento que serpentean entre las praderas y los árboles, comunicando la avenida José Galán Merino con la ribera del Guadalquivir, donde se ha instalado una barandilla.


La obra ha permitido también la recuperación de la citada avenida José Galán Merino, que ahora sí está abierta al río. Lejos quedan los muros de hace años que hacían bastante incómodo y peligroso el acercarse al paseo del río desde San Jerónimo. Si por algo destaca la intervención realizada es por la diafanidad y la claridad, buscando la seguridad del ciudadano.


Paseando llegamos a las antiguas naves de Renfe, completamente abandonadas. Todos los partidos políticos prometen su recuperación en sus programas electorales. También lo hacían hace cuatro años y siguen en ruinas. Qué gran edificio se está perdiendo la ciudad, sería la guinda para llenar de vida los jardines recién abiertos y de paso acercar el barrio de San Jerónimo a la ciudad consolidada.


Para mi gusto, la parte peor resuelta es la ampliación del Parque de San Jerónimo. El cierre del mismo se ha adelantado ampliando la zona que quedará cerrada por la noche. El nuevo parque peca de árido, más parece que entramos en un desierto que en un parque. Cierto es que los árboles deben crecer, pero hay excesivas zonas sin nada, enormes praderas nada ecológicas (¿cuánta agua consumirá tanto césped durante el verano?). Se echa en falta, además, algún tipo de gracia en el parque: zonas infantiles, merenderos, áreas deportivas... Se podría haber aprovechado la actuación para darle más vida al parque, incitando al usuario a acudir a él. Ahora mismo es una zona de paso, no un lugar de estancia.


Hace unos meses saltó la polémica por la cantidad de árboles que la CHG estaba talando en esta obra. Una adecuación paisajística mal entendida se llevó por delante decenas de árboles, los hechos fueron denunciados y el Ayuntamiento paralizó la obra hasta que se replanteara el proyecto. Quizás ahora tendríamos más árboles si se hubiera evitado el arboricidio. Otros ejemplares han sido terriblemente mutilados, condenándolos a crecer desequilibradamente, como es el caso de este Brachichiton.


El monasterio de San Jerónimo de Buenavista es el gran protagonista en esta zona del parque, su torre asoma por entre los árboles dejando bien claro que aún tiene mucho que decir en la historia y el futuro de la ciudad. Lástima que el Ayuntamiento le calle la boca a patadas y lo mantenga medio en ruinas, con una obra que nunca acaba y que, si se sigue alargando en el tiempo, puede que para cuando llegue, no haya nada que salvar. Lo hemos comentado muchas veces en este Blog, San Jerónimo es un barrio que tiene mucho que ofrecer y entre el monasterio, las naves de Renfe, el cementerio de los Ingleses, el propio cementerio de San Fernando o el Hospital de San Lázaro, puede convertirse en un potente foco cultural. Sólo hay que apostar por el barrio, una asignatura que en el Ayuntamiento se empeñan en dejar para septiembre.


Las zonas áridas de las que hablaba, poco útiles y difíciles de mantener en verano, nos aproximan hacia la nueva pasarela que comunica San Jerónimo con el Parque del Alamillo.



Desde la pasarela podemos ver parte de la actuación. La zona más cercana al río se ha mantenido tal cual estaba, con el suelo de cemento. Quizás se podría haber mejorado su estética haciéndola más permeable hacia el río, pero el resultado no es tan malo.


Sobre gustos no hay nada escrito. Habrá a quién le guste la pasarela y a quién le parezca un horror. El diseño, desde luego, brilla por su ausencia. Un lugar tan delicado merecía un puente algo más estético, pero lo cierto es que se integra bastante bien en el entorno al pasar completamente desapercibida desde el parque.



La torre del monasterio siempre presente.


Y el Guadalquivir como zona natural en plena ciudad. Una delicia.



En la zona más lejana, justo donde el Guadalquivir desaparece para dejar paso a un tapón convertido en carretera, las obras prosiguen para adecentar el espacio. Se han plantado gran cantidad de árboles para hacer de esta zona un recinto más íntimo, más recogido, donde la naturaleza pueda desarrollarse a su aire. Los aspersores estaban regando, ignoro si todo lo que vemos serán praderas de césped, algo que no sería lo más adecuado en un entorno natural. Es preferible otro tipo de plantas que favorezcan la fauna.



La comunicación de San Jerónimo con el río era una asignatura pendiente desde la Expo. Ahora se ha dado un paso de gigante con esta intervención, pero quedan muchas cosas por hacer. En cuanto a la estética, el resultado es altamente satisfactorio, pero se podría haber incluido un plan de usos para el parque que invitaran al ciudadano a acudir y disfrutarlo por no hablar de que se ha apostado por sota, caballo y rey (árboles, caminos y praderas), no hay ni un sólo arbusto o cualquier otro tipo de planta que le hubiera dado más colorido al parque.


1 comentario:

Anónimo dijo...

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